Cuestión de fe. El Villarreal B se ha tenido que armar de paciencia en el inicio de temporada con tal de sumar los 11 puntos que tiene en la actualidad. No en vano, el filial amarillo ha pagado muy caros sus despistes defensivos en los primeros compases de hasta cuatro de los ocho partidos que se han disputado hasta la fecha en Segunda División A.

En todos ellos, el Mini Submarino empezó perdiendo en el marcador y fue capaz de igualar la contienda. El último capítulo lo protagonizó ante el Girona el pasado viernes, ya que el conjunto catalán llegó a ponerse por dos veces por delante en el marcador, pero el filial logró igualar, primero con gol de Kiko y luego con un cabezazo inapelable de Lejeune ya en el tiempo extra del partido.

Antes de este encuentro, el Villarreal B había empezado por detrás en el marcador contra el Córdoba en la jornada 8 (1-1), ante el Alcoyano en la 6 (1-1) y cuando se midió al Alcorcón en el estadio Santo Domingo en la cita número 4 del campeonato (1-1).

UNA EXCEPCIÓN // A todos estos encuentros se podría añadir el que disputó el Villarreal B ante el Guadalajara en el Mini Estadi de la Ciudad Deportiva en la jornada 5. El filial se adelantó en el marcador por medio de Fofo, pero el conjunto alcarreño fue capaz de marcar tres goles seguidos que pusieron contras las cuerdas a los amarillos. Fue entonces cuando los pupilos de José Francisco Molina sacaron a relucir su garra y lograron igualar a tres en los últimos minutos. De hecho, el 3-3 final lo marcó Joselu también en el tiempo de descuento. Era su segundo gol de la temporada y ahora ya lleva 6, algo que le ha valido para tener su oportunidad en el primer equipo del Submarino.

Así pues, parece que el Villarreal B tendrá que prestar mayor atención y poner más intensidad en los inicios de los partidos si quiere seguir con la buena racha de partidos sin perder. Eso sí, este equipo ha demostrado que confía en sí mismo y que nunca se viene abajo más allá de que el rival de ponga por delante o de que si el filial amarillo se queda con un hombre menos sobre el terreno de juego, algo que ya ha ocurrido hasta en tres ocasiones. La fe mueve montañas y Molina parece haber concienciado a los suyos de lo lindo. El próximo rival amarillo será el Real Murcia. H