Fernando Miralles ha puesto su paquete accionarial del CD Castellón a la venta. El propietario del 80% de las acciones del club albinegro comunicó su intención el pasado domingo a la concejala de Deportes del Ayuntamiento de la capital, Begoña Carrasco, y ayer por la mañana emitió un comunicado oficial --íntegro en esta página-- en el que expresa su intención de poner a disposición de quien quiera adquirirlo la mayoría accionarial y, por tanto, el control del Castellón.

Miralles se siente molesto y convertido en el muñeco de pimpampun del albinegrismo y ya había dejado caer en círculos privados que estaba harto del trato recibido y la nula colaboración recibida por las instituciones públicas y el poco respeto mostrado hacia su persona por parte del entorno albinegro como expresa en su nota pública.

REUNIÓN CON LOS CAPITANES // Por la mañana se reunió con los capitanes del Castellón, Aarón Torlá, Miguel Ángel y Raúl Rodríguez, además de su amigo y asesor Fernando Gómez Colomer, junto al propio Javier Cabello. En la cita les expresó sus intenciones, pero también les tranquilizó asegurándoles que se vendiera o no el club tenía previsto cumplir con todos los compromisos adquiridos.

Miralles ha notado en el tiempo que lleva en el Castellón toda la presión y el enrarecido ambiente que existe alrededor del club, lo que dificulta y perjudica notablemente el buen funcionamiento de la entidad albinegra. En este tiempo se ha sentido muy solo y ha percibido que todo el mundo manifiesta su albinegrismo, pero no lo traduce en ayuda económica con lo que un club con ambiciones como el Castellón es imposible que persista con los poco más de 200.000 euros que ingresa en concepto de abonos.

Con esa cifra, sin patrocinador alguno y sin ayudas de las instituciones públicas es imposible llevar adelante un proyecto de ascenso. Miralles también se halla dolido porque nadie ha valorado la situación en la que cogió el club en agosto, con solo seis días para formar una plantilla e iniciar los entrenamientos.

TODO PROBLEMAS // En este tiempo considera que solo ha hecho que afrontar problema tras problema y encontrarse con un sinfín de dificultades sintiéndose siempre bajo permanente sospecha. Igual que la nula colaboración encontrada por Antonio Blasco, quien todavía no ha convocado la junta general de accionistas en la que se tienen que presentar las cuentas y nombrarse el nuevo consejo de administración que designase a Miralles como presidente del club. Problemas y más problemas que le han llevado a lanzar un órdago con la puesta en venta del club, en el que se podría intuir su intención de demostrar que realmente nadie está interesado en comprar el Castellón.

el precio de venta // El precio de venta podría rondar la cifra de 1,9 millones, en las que se incluiría los 400.000 euros que ha adelantado para cubrir los diferentes compromisos y deudas, más el millón y medio que hay que abonar a Castellnou. El problema es que la deuda podría rondar los cinco millones, aunque habría que descontar cerca de 1,5 millones de euros que las diferentes instituciones públicas, incluido Aeroport de Castelló, no han pagado al club albinegro.

EL ÓRDAGO // Fernando Miralles ha puesto el CD Castellón a la venta. Una historia que se ha repetido ya en las etapas de Bonet, Castellnou y ahora nuevamente con Miralles. ¿Aceptará alguien el órdago de Miralles? Hay tiempo hasta el 31 de enero, de lo contrario el club podría volver a manos de Antonio Blasco y José Manuel García Osuna -responsables de Castellnou 2005-, es decir, estaría abocado a la desaparición. El Castellón se vende. H