El Zaragoza sacó una victoria milagrosa de Mestalla (1-2) en un duelo donde los de Manolo Jiménez remontaron, con uno menos desde el minuto 20, el gol inicial de Pablo Hernández, con lo que logra una victoria que llena de moral al farolillo rojo. Con esta victoria y la derrota del Sporting ante el Mallorca (2-3), el Zaragoza se sitúa a solo dos puntos de los de Javier Clemente, con lo que su crítica situación recibe una ayuda algo inesperada. Porque el duelo, encarrilado por los de Unai Emery desde el gol de Pablo Hernández (m. 9) y la expulsión de Pablo Álvarez (m. 20), parecía imposible para los visitantes, lo cuales dieron luego la sorpresa.

TODO DE CARA // El conjunto de Mestalla comenzó dominando, con Soldado y Aduriz en el ataque, generando peligro a la defensa maña. Pablo firmó el 1-0, aunque en un posible fuera de juego de Aduriz. Luego, Pablo Álvarez hizo falta al delantero vasco siendo ya el último defensa.

La comodidad para los locales terminó por costar caro a los de Emery ya que, en un penalti dudoso señalado por Del Cerro Grande, Apoño ponía el empate. A partir de ahí, el partido se atascó, porque el Valencia quería y no podía mientras el Zaragoza prefería ver pasar los minutos.

En la segunda parte, el guión siguió igual, pero el Valencia metió una marcha más. Roberto se convertía por momentos en el hombre salvador del Zaragoza pero el gol no llegaba. Por su parte, los nervios se apoderaron de los delanteros del Valencia, puesto que sus remates no encontraban la dirección adecuada.

El defensa Rami era el que más peligro creaba con sus cabezazos. Al final, en una jugada bien llevada hasta la portería de Guaita --tras un error del castellonense Dealbert-- por parte de los maños, Apoño sumó su segundo tanto de un zurdazo espectacular. Con la remontada certificada, el Zaragoza se dedicó a defender tres puntos de oro que de nuevo solo Rami puso en peligro, a pesar de que terminaron el partido incluso con nueve, después de la expulsión, en el 87’, de Zuculini. H