Esta vez nadie dejó el trofeo en las únicas manos de Sergio Ramos. Iker Casillas no quería que rodara por los suelos como ocurrió con la Copa del Rey, de la pasada campaña, cuando al sevillano se le cayó al central y terminó bajo las ruedas del autocar. “Tranquilos, que no se me cae. La tengo bien sujeta”, dijo el defensa. Pese a ello, el guardameta no soltó la copa, que fue paseada por Madrid después de cuatro años de espera. Eso hizo que Florentino Pérez la valorara “como el título más disputado de todos los logrados”.

Algo está cambiando en el Real Madrid. Alguien consiguió que Jose Mourinho luciera traje por primera vez en la temporada, aunque lo de la corbata resultó imposible. Fue el único miembro de la expedición blanca que no la lució en el periplo por las instituciones a las que se llevó el trofeo. La sede de la Comunidad de Madrid fue el primer lugar que visitaron. Allí, Florentino tuvo el detalle de felicitar al Atlético (por haber ganado la Europa League) y al Rayo (por la permanencia). El dirigente blanco no pudo disimular su euforia por el título. “Estos jugadores ya forman parte de la leyenda y estos números serán difíciles de olvidar”, manifestó.

Un 10, no; un 100 // En su respuesta, Esperanza Aguirre, presidenta autonómica, quiso dar un carácter global al éxito del club blanco. “Esta Liga os corona como el mejor equipo de Madrid. Los golazos que habéis marcado, nos han hecho disfrutar a los madrileños y a todos los españoles”, dijo.

Mourinho debió pensar que era el momento para aprovechar la corriente triunfalista y recordó su llegada a la entidad. “Florentino consiguió motivarme y traerme hace dos años -introdujo-; creo, además, que la décima (Copa de Europa) llegará sin obsesionarse. Si no es la próxima temporada, será la siguiente”, manifestó el controvertido pero, a la vez, laureado entrenador portugués.

LA ANÉCDOTA // Luego, el autobús se dirigió al Ayuntamiento, donde tuvo lugar la anécdota de la mañana. Ana Botella, la alcaldesa, no dudó en ponerse la bufanda del Madrid y lanzar un encendido elogio al logro del equipo, no exento de un recuerdo frustrante. “Os habéis merecido no un 10, sino un 100 por los puntos que habéis conseguido”, señaló. “¿Qué cual ha sido el mejor partido de todos? El Real Madrid-Barcelona del Bernabéu”, recordó Botella. Paradójicamente, ese encuentro terminó 1-3 para el equipo de Pep Guardiola.

Mientras, los jugadores merengues continuaban sin poder disimular el cansancio por la fiesta del domingo y el madrugón de ayer. Los alemanes Khedira y Özil se durmieron, de ahí que se incorporasen más tarde a los festejos. Mientras, Florentino cambiaba sus papeles para leer un nuevo discurso. “No tenemos fronteras, pero una parte de nuestra identidad es Madrid”, enfatizó. “Después de estos 38 agotadoras jornadas, es un orgullo volver aquí con un título”, aseveró. “Este es un club nacido para ganar y no nos cansamos de hacerlo”, subrayó el presidente blanco.

LA ÚLTIMA ESCALA // Luego llegó la parada final en la Almudena, donde hubo bendiciones para todos. También para Mourinho, que pidió que se acabaran las celebraciones. “¡Basta ya de fiestas! Hay que seguir: los jugadores, a la Eurocopa y nosotros, a trabajar”, apuntó The Special One.

De momento, lo más inmediato es el amistoso de mañana en el lejano Kuwait, por el que Real Madrid cobrará alrededor de tres millones de euros. De eso se habló y de mucho más en la comida posterior a tanta fiesta. H