Nueva sorpresa en el Castellón. Cuando todo hacía indicar que Isidoro Gasque dimitiría y, con él, también lo harían Xavier Gargallo y Manuel Rodríguez, el presidente echó marcha atrás. No solo eso, sino que realizó una encendida defensa del proyecto de Jesús Jiménez, pese a que este le ha utilizado. Gasque ha decidido morir por aquel.

Nervioso y presionado por los últimos acontecimientos, amenazador en ocasiones, perdiendo la compostura en otras y mal contestando a preguntas incómodas, incurriendo en contradicciones, Gasque dio una rueda de prensa en la que quiso vender confianza, pese a no haber cumplido todavía con su palabra de pagar.

Casi cinco días después del terremoto generado por Jiménez, el presidente, por fin, habló. La primera parte de su intervención le sirvió para defender su RH albinegro y la segunda vino a ser el resultado de la reunión del (50%) consejo de administración de la tarde-noche de la víspera.

“No soy del Club Deportivo Jesús Jiménez, ni del Club Deportivo Isidoro Gasque, sino del Club Deportivo Castellón. Dije que sería el más crítico con Jesús si él no hacía las cosas bien. Dimitir sería lo más fácil. Si lo hiciera, quedaría como el presidente de la pureza. No tengo apego a los cargos: ya le dimití a Bonet y a Sentimiento Albinegro. Seguir sería dar por bueno a todo lo que ha pasado e irme, renunciar al proyecto. Somos tres personas de Castellón y hay un proyecto que puede ser más o menos ilusionante, pero que pensamos tutelar desde dentro”, aseveró.

LAS PRotestaS // “Las reacciones (en alusión a las protestas contra él y Jiménez) me han presionado mucho, de la misma manera que me han dado fuerza para seguir. Se me puede acusar de ser el peor presidente en la historia del Castellón o de ser un florero, pero quien me acuse de no ser albinegro, ¡que me lo diga! Les he perdido el respeto a algunos, de la misma forma que algunos me lo han perdido a mí. No estoy para poner mi mejilla, sino para salvar al Castellón”, subrayó, al tiempo que hacía gala de su “ética, independencia y libertad”.

“No dimito. Contra carros y carretas, vamos a llevar este proyecto adelante. La crucifixión será absoluta, pero no me importa”, espetó. “Yo, ayer por la mañana, dimitía”, descubrió. ¿Qué pasó después?: “Luego, por la tarde, hablamos, es humano cambiar de opinión”. “Creo en el proyecto de Jesús Jiménez, es el mejor que hay para el Castellón”, enarboló. “Todos los que se manifiestan ahora, el día 26 hay una junta de accionistas; ese es el foro para aportar soluciones, veremos cuántas hay…”, desafió. H