Jorge Lorenzo (Yamaha) no ha dado opción a sus rivales sobre la cristalina y resbaladiza pista de Le Mans. El tricampeón mallorquín demostró su enorme ambición, su estilo, su clase y sus ganas sobre un trazado en el que las manos cuentan más que la mecánica, de ahí que un prodigioso y resucitado Valentino Rossi supiese sacar partido a su Ducati y acabar en segunda posición un Gran Premio de Francia, que fue autoritariamente dominado por un durísimo Lorenzo, que fue machando los cronos con una eficacia inusitada.

Tras Lorenzo y Rossi se clasificó un conformista Casey Stoner (Honda), que con el 'bronce' perdió el liderato del Mundial de MotoGP, que pasa ahora a poder del tricampeón mallorquín (90 puntos contra 82). En tercera posición del campeonato sigue Dani Pedrosa (Honda), que hoy ha tenido una discretísima actuación, a casi medio minuto de diferencia con respecto a Lorenzo.

La carrera, quer fue mucho menos espectacular en caídas que en Moto3 y Moto2, tuvo una preciosa lucha por las otras dos plazas del podio, ya que Lorenzo dejó muy claro desde el inicio del gran premio que no iba a dar opción a nadie para arrebatarle la segunda victoria de la temporada tras Catar. Esa pelea contó con Stoner, Rossi y los dos 'satélites' de Yamaha, el británico Cal Crutchlow y el italiano Andrea Dovizioso.

El bicampeón australiano se escapó en un inicio de los tres y, cuando parecía que tenía intención de atrapar a Lorenzo, Rossi superó a Crutchlow, que en la lucha se fue al suelo, y poco después, en otro precioso duelo, noqueó a 'Dovi'. Y el 'Doctor' se fue a por Stoner al que superó en la chicane de Le Mans, uno de los puntos más delicados del popular y mítico trazado francés, y se convirtió en 'plata', consiguiendo el primer podio de esta temporada y sumando su segundo podio en más de un año con Ducati, siendo el primero, precisamente, la tercera plaza lograda, el año pasado, también en Le Mans.