Una vez repuestos del impacto inicial por el nuevo terremoto provocado por la huida de Jesús Jiménez, el entorno albinegro, los colectivos más representativos del Castellón y empleados de la entidad manifestaban la gravedad de la situación de la entidad, la incertidumbre y el final al que parece abocado en el caso de no producirse un giro radical. Con todo, solicitaban unión máxima y soluciones para rescatar al club del destino que los últimos gestores la han preparado.

Las instituciones, sorprendidas y descolocadas como las que más. Por la tarde, Ayuntamiento y Diputación mantenían una reunión al término de la cual la concejala de Deportes, Begoña Carrasco, resumía el sentir generalizado en un duro comunicado condenatorio de Jiménez.

De esta forma, la edila mantendrá hoy una reunión de urgencia con el fin de conocer la opinión de los diferentes colectivos albinegros y “tratar de encontrar una solución para la peor situación del Castellón en sus casi 90 años de historia”, informó la nota.

LOS PERJUDICADOS // Con los jugadores más allá de la indignación, los trabajadores, los que cuidan el campo, los que están en las oficinas, sufren el abandono y las penurias. “Estamos sin teléfono ni internet, sin poder hacer nada, sin nadie que nos diga lo que podemos hacer, sin nadie a quien reclamarle...”, explicaba un desesperado empleado. H