Con su estilo, con ese sello tan peculiar, Italia se metió en cuartos de final gracias a dos saques de esquina perfectamente rematados, uno por Cassano de cabeza y otro por Balotelli. Sin embargo, el choque no fue un camino de rosas para los de Prandelli, que no acertaron a matar el encuentro y sufrieron las acometidas de los entusiastas irlandeses que bien pudieron igualar el encuentro. Lo evitó Buffon poco antes de que llegara la sentencia con el segundo tanto italiano.

Una vez aparcada toda la coreografía sobre un posible pasteleo entre España y Croacia, la selección italiana se puso a lo suyo, es decir a ganar el partido y sumar esos tres puntos necesarios para meterse en los cuartos de final. No parecía que hicieran falta demasiadas cosas para ello, pese al orgullo irlandés, un combinado que aún sabiendo que encaraba el encuentro fuera del torneo, apretó a los transalpinos pese a sus limitados recursos.

GOL DE CASSANO // Con Di Natale por Balotelli, Italia tuvo más dinamismo. Con Pirlo al mando de la producción en el centro del campo y un activo Cassano, todo parecía cuestión de tiempo. De hecho, en los primeros 10 minutos, Italia lanzó cuatro saques de esquina. Pese a ello, sus llegadas no entrañaban demasiado peligro. Todo cambió a la media cuando un disparo de Di Natale dentro del área lo desvió un defensa con el hombro. Los jugadores se desgañitaron italianos pidieron penalti al colegiado (m. 34).

Un minuto después, un disparo de Cassano terminó en saque de esquina. Lo lanzó Pirlo y le propio Cassano cabeceó el balón, que terminó dentro de la portería después del rechace del meta irlandés Given (m. 35). Ese tanto dio paso a la desidia en la que habitualmente cae Italia después de adelantarse en el marcador. Le sucedió ante Croacia y terminó pagándolo con el empate y a punto estuvo de ocurrirle anoche. De poco valieron las ocasiones de Cassano, De Rossi y Di Natale al inicio de la segunda mitad. Italia no acertaba a cerrar el marcador del encuentro y quedaba expuesta a la especialidad de los irlandeses: los balones por alto.

Fue todo lo contrario, un disparo por bajo de Andrews, la acción en la que Irlanda pudo empatar. Sin embargo, Buffon respondió con una gran intervención (m. 78). Cuando más sufría el combinado transalpino, ya sin Cassano en el campo, otra jugada a balón parado llevó la calma a las filas italianas. Balotelli empalmó un saque de esquina y terminó con la ansiedad de sus compañeros. Un gran gol para cerrar el choque y certificar el pase de los italianos a los cuartos de final. H