El final de la era de Castellnou2005 puede ser cuestión de horas. Cada día que pasa, está más cerca el momento en que José Manuel García Osuna y Antonio Blasco vendan el club, hasta el punto de que Paco Chinchilla ya ha vuelto a desplazarse a Madrid con el fin de cerrar el traspaso accionarial, por la cual el grupo de empresarios castellonenses que él lidera, pasaría a controlar el 80% de los títulos de la SAD.

Chinchilla, exjugador albinegro a finales de los 70 y principios de 80, que ahora es socio en una céntrica asesoría de la capital de La Plana, se desplazó ayer en tren hasta Madrid con el objetivo de resolver los últimos flecos y firmar la compraventa del club, siempre supeditada a que Osuna no dé marcha atrás o vuelva a enredar con algunas de sus habituales jugadas. Cuando, semanas atrás, Chinchilla ya tuvo un cara a cara con el empresario y agente de futbolistas, dijo que solo volvería a desplazarse hasta la capital de España, si era para dar el último empujón a la operación, de ahí lo significativo del nuevo viaje.

Es decir, que este fin de semana tiene muchos visos de ser el último de Castellnou2005 al frente de la entidad, dicho esto con toda la cautela del mundo teniendo en cuenta otros precedentes en anteriores negociaciones en las que Osuna y/o Blasco hayan estado presentes. Luego, Chinchilla tendría que hacer mucho en muy poco tiempo, porque el Castellón tiene que estar al corriente de pago con sus jugadores antes del 30 de junio para, así, evitar un nuevo descenso administrativo.

PUNTO DE PARTIDA // Para evitar esta crítica circunstancia, Chinchilla tendría que desembolsar unos 167.000 euros, cantidad a la que ascienden las seis nóminas pendientes. Asimismo, para que el club recupere la plena potestad de los derechos federativos, debe abonar unos 70.000 euros más, en concepto de finiquitos no pagados a técnicos, multas no sufragadas... a los distintos estamentos federativos. A partir de entonces será, verdaderamente, cuando eche a rodar el proyecto.

Esa cantidad está presente en las conversaciones, al igual que el importe final de la operación, que no será los 1,5 millones que Osuna ha pedido para liberar al club. Es muy inferior y, según fuentes próximas a las negociaciones, rondaría los 800.000 euros. Eso gracias a la presión popular, a las actuaciones de Sentimiento Albinegro y Fedpecas, a la intermediación de las instituciones y, sobre todo, al poder coercitivo de las demandas judiciales. H