A los 33 años y en su última temporada en activo, según ha anunciado en repetidas ocasiones, la saltadora de altura cántabra Ruth Beitia ha conseguido por fin aprobar la asignatura que le faltaba en el atletismo: lograr una medalla en un gran campeonato al aire libre. Y no ha sido cualquier medalla. Beitia se acaba de proclamar campeona de Europa en Helsinki, donde ha superado a todas sus rivales con un mejor intento de 1,97 metros en una final marcada por la intensa lluvia, que ha perjudicado las marcas. Pese a todo, la española ha igualado su mejor salto de la temporada y, de paso, se ha dado un empujón anímico incontestable cara a los Juegos Olímpicos de Londres de dentro de un mes.

Beitia ha completado un concurso impecable en el que ha mandado desde el principio. Ha saltado al primer intento sobre 1,85, ha renunciado a 1,89 y ha superado también a la primera los 1,92 y 1,95. Eso quiere decir que se ha plantado en 1,97 sin ningún nulo, por uno de su principal rival, la noruega Tonje Angelsen, que ha superado esa altura a la tercera. Presionada, Beitia también la ha superado a la tercera y se ha mantenido en lo más alto del podio, que ha confirmado cuando Angelsen (que ha hecho hoy marca personal) ha fallado sus tres intentos sobre 1,99. El bronce ha sido para la rusa Irina Gordeyeva (1,92).

Seis medallas a cubierto

Beitia ha aprovechado perfectamente las notables ausencias en Helsinki, como las de la croata Blanka Vlasic y la rusa Anna Chicherova, para lograr el mayo éxito de su larga carrera. La saltadora cántabra, que tiene el récord de España en 2,02 desde el 2007, ha estado en dos Juegos Olímpicos (fue 7ª en Pekín 2008) y en cinco Mundiales (fue 5ª en Berlín 2009 y 6ª en Osaka 2007), además de cuatro Europeos (fue 6ª en Barcelona 2010). Las seis medallas que lucen en su carrera habían llegado siempre en pista cubierta: una plata y un bronce en Mundiales, y tres platas y un bronce en Europeos.