Paco Chinchilla dio ayer un prudente paso atrás en su intento de adquirir el paquete accionarial mayoritario de Castellnou2005 y, así, pasar a ser el nuevo propietario del CD Castellón. El exfutbolista albinegro, que estuvo en una notaría de la capital de la Plana en contacto directo tanto con Antonio Blasco como con García Osuna, frenó el cierre del acuerdo definitivo debido al exagerado agujero económico que, supuestamente, se ha encontrado el posible comprador.

Chinchilla ha ido encontrándose cada vez con un mayor número de denuncias, embargos y deudas, y se ha llegado a calcular un agujero que ha dejado Castellnou podría ser superior a los cuatro millones de euros, unas cifras que, evidentemente, asustan a cualquiera. Dentro de lo que se adeuda se contemplan los impagos a la Seguridad Social, Hacienda, unos embargos inmediatos debido a sentencias judiciales en firme --en este caso superiores a 700.000 euros--, más todo lo que no se ha abonado a federaciones, futbolistas, empleados y resto de proveedores de la entidad.

Principalmente, la dejadez de Castellnou2005 se agrava en el ejercicio 2010/11, hace dos temporada cuando el club estaba en Segunda División B, campaña en la que apenas se hizo frente, presuntamente, a pago alguno, incrementándose la deuda.

AUXILIO ECONÓMICO // Ante tan alarmante panorama, Paco Chinchilla busca auxilio económico, o al menos apoyos a todos los niveles, principalmente para poder aplazar y renegociar la deuda con Hacienda y Seguridad Social.

Las instituciones, tanto Generalitat, como Diputación y Ayuntamiento, le han hecho saber a Chinchilla de que dispondrá de su mediación para que lo relacionado con Hacienda y Seguridad Social pueda renegociarse, para aligerar el impacto inicial si finalmente el exfutbolista albinegro adquiere la entidad.

A partir de ahí, habrá que hacer frente a las sentencias judiciales firmes por embargos y a las denuncias de FIFA, AFE y a la deuda con la Federación Valenciana, para evitar el descenso.

Mañana, en teoría finaliza el pazo, pero se espera que la RFEF conceda una moratoria a un club herido de muerte. Chinchilla continuará hoy deshojando la margarita para decidir si salva, o no, definitivamente al Castellón. H