Con cuatro mundiales y una Eurocopa, Italia siempre ha sido competitiva. Pero el fracaso en Suráfrica causó un tremendo terremoto. La Federación Italiana confió en Cesare Prandelli como el guía de la transformación azzurra. En dos años, el técnico ha completado un gran trabajo. Ha desterrado el catenaccio y apuesta por un fútbol creativo. Ese cambio cultural, unido a su espíritu inquebrantable, convierten a la Azzurra en un rival temible.