La Vuelta ha sido uno de los mayores espectáculos deportivos de un 2012 que enfila su recta final. El impresionante recorrido y el derroche de muchos de los mejores corredores del momento (el ganador Alberto Contador, Alejandro Valverde, Purito Rodríguez, Chris Froome...) depararon etapas para la historia y recordaron al ciclismo del bueno. Un ciclismo que, en 2013, podría darse en las carreteras castellonenses. El responsable de la ronda, Javier Guillén, tiene en cuenta a la provincia, aunque no quiere desvelar nada...

--A dos meses de la presentación de la Vuelta 2013, ¿qué puede decir del recorrido? ¿Qué características tendrá?

--Será similar, muy de la personalidad de la Vuelta. Contará con muchos finales en alto, con puertos tradicionales y otros nuevos. Algo importante: pondremos énfasis en enseñar los paisajes y monumentos que tenemos en este país.

--Todo el mundo convino que fue espectacular, pero surgieron voces, sobre todo de algunos ciclistas, que dijeron que era excesivamente ‘despiadada’…

--No estoy para nada de acuerdo. Lo que la hizo especialmente dura, fue la competencia feroz que hubo, por la forma en que se corrió. Una prueba de tres semanas siempre lo es, pero si miramos el perfil de esta última, es similar al del 2011, 2010... No fue más dura que el Giro o el Tour. El modelo de la Vuelta me encanta y, además, funciona muy bien.

--En el gran espectáculo vivido, ¿qué tanto por ciento de culpa tuvo el recorrido y qué tanto de culpa tuvieron los corredores?

--A la participación hay que darle siempre la mayor causalidad, por la forma en que se comporta. El recorrido también ayuda mucho, así como el trato de los medios de comunicación, el público...

--En ese sentido, ¿qué participación espera? Porque el nivel de la de este año fue muy alto...

--Es difícil mantenerlo, pero siempre aspiramos a traer a los mejores: Contador, Valverde, Purito, Wiggins... Además, los corredores entienden también que el Tour no lo es todo y, por eso, les ofrecemos un recorrido atractivo para que vengan aquí a darlo todo.

--¿Cómo se descubren sitios como Ézaro, los Ancares…?

--Primero, escuchando a la gente, porque siempre hay alguien que te pone sobre la pista. Luego, lo analizamos todo y vamos a verlo in situ, porque debemos tener en cuenta que hay que acomodar toda la logística de la Vuelta.

--¿Queda en España algún gran coloso por descubrir, algún puerto que pueda hacer sombra a un Tourmalet o un Mortirolo? Otro Angliru, otra Bola del Mundo…

--Sí, por supuesto que quedan sitios sorprendentes. Pero hay que ir dosificándolo y combinándolo con los que ya funcionan.

--Hace varios años que la Vuelta no se deja caer por Castellón…

--Yo he estado por ahí varias veces, me gusta mucho la zona porque nos ofrece muchas posibilidades. Es una provincia muy atractiva, con carreteras sinuosas que son muy del estilo de la Vuelta. Tenéis el Desert de les Palmes, el puerto que está cerca de Morella también me gusta mucho... Encima, es un sitio donde la montaña casa muy bien con el mar. Pero esto es algo entre dos: la Vuelta y las instituciones. No quiero dar esperanzas, así que para saber si vamos a ir el año que viene, habrá que esperar a la presentación, en la segunda semana de enero.

--¿Tiene la Vuelta algo preparado para Víctor Cabedo?

--Le tenemos en consideración y algo le prepararemos. Además, estaba en un equipo con el que estamos muy vinculados. Su muerte fue algo dramático, por su juventud y la brillantez que apuntaba.

--Uno de los temas pendientes es que los corredores tengan un marco legal más favorable, unas carreteras en las que puedan rodar con mayor seguridad y, sobre todo, conseguir una mayor concienciación social de los conductores… como sucede, por ejemplo, en países como Holanda.

--Continúan habiendo demasiados accidentes con ciclistas implicados, forman el único colectivo en el que no disminuye la siniestralidad. Queda mucho por hacer; todo lo que se avance, todavía es poco. Es una cuestión de invertir más en infraestructuras y en concienciar a todo el mundo de lo frágil que es un ciclista. El mensaje es que hay que protegerles muchísimo más.

--Por último, sigue la lacra del dopaje, que no cesa. ¿Su grado de amenaza, a día de hoy, es el mayor sufrido por este deporte hasta la fecha?

--Yo no lo considero así. Los casos de mayor relevancia ahora mismo, se remontan al pasado. Ahí tenemos el ejemplo de Lance Armstrong. Con eso no digo que ya esté todo fantástico. El dopaje es una lacra que amenaza al deporte en general, sobre todo al nuestro. Hay que continuar trabajando duro para erradicarlo. H