Chechu Dorado abandona la Primera División por la fuerte competencia deportiva --era el quinto central del Betis--, ya que si el aspecto personal tuviera una mayor relevancia en el fútbol profesional, el defensa seguiría contando con el beneplácito de Pepe Mel en un Betis al que el nuevo jugador amarillo ayudó de forma decisiva a volver a Primera y a asentarse en la máxima categoría.

No es de extrañar que el entrenador bético, tras la última presencia de Dorado en el banquillo --el pasado lunes frente al Athletic--, dedicara al futbolista cordobés un emocionado adiós. “Se nos va Chechu Dorado, al que quiero agradecer todo lo que ha intervenido en estos dos años y medio que ha estado con nosotros. Se va un grandísimo jugador y una gran persona y ojalá le vaya muy bien en el Villarreal”, dijo Mel, el primero en dar oficialidad a la llegada de Dorado a la entidad amarilla.

El Betis, con el que finalizaba contrato el próximo 30 de junio, no ha puesto ninguna traba para que el jugador rescindiera su contrato y negociara libremente con el Villarreal, una deferencia que el central se ha ganado a pulso, primero convirtiéndose en uno de los baluartes defensivos en el ascenso a Primera División de la temporada 2010/2011 y después, ya en la máxima categoría, asumiendo en la presente campaña sin aspavientos y con un comportamiento ejemplar su papel de secundario tras una satisfactoria campaña de debut en Primera (superó la treintena de encuentros de Liga en la temporada 2011/2012). H