Novack Djokovic ha puesto fin a las ilusiones de David Ferrer en el Abierto de Australia. El actual campeón del torneo y número 1 mundial ha impuesto su jerarquía para deshacerse del tenista alicantino en las semifinales del torneo con gran claridad (6-2, 6-2 y 6-1).

El tenista serbio ha ejecutado a Ferrer con la precisión de quien conoce todos los secretos del rival que estaba al otro lado de la red. Efectivo en el servicio (91% de puntos ganados con el primer saque), seguro en sus golpes (30 ganadores y solo 11 no forzados), muy agresivo y resolutivo en el resto (en siete ocasiones le ha roto el servicio a Ferrer), Djokovic apenas ha necesitado una hora y media para alcanzar su cuarta final consecutiva en Melbourne, donde aspira a conquistar el cuarto título seguido, un récord que nadie ha conseguido en la era Open (desde 1968).

Ferrer se ha estrellado ante un rival contra el que no ha tenido recursos para plantearle ningún tipo de lucha. El tenista alicantino solo ha podido arrebatarle cinco juegos a un Djokovic que le ha derrotado por 10ª vez, la cuarta consecutiva y posiblemente una de las más duras y contundentes de sus 15 enfrentamientos.

Ferrer se marcha se marcha de Australia con el consuelo de la cuarta plaza mundial desplazando al ausente Rafael Nadal de esa posición, pero no ha podido saltar el muro de las semifinales en un Grand Slam por quinta vez en su carrera. Djokovic tendrá la oportunidad de defender su reinado en Australia el próximo domingo ante el ganador de la semifinal que enfrentará mañana a Roger Federer y Andy Murray, segundo y tercero del mundo.