Me dolió mucho la guerra civil que provocó Jesús Jiménez en el albinegrismo. Había olvidado esa sensación de disputa entre gente del mismo equipo, que ahora ha despertado entre la Fundación y su presidente. Después del maquiavelismo de Jiménez, pensé que la pesadilla había terminado. El tiempo dejó a cada uno en su sitio y calmó el ambiente. Nunca he intentado pasar factura a gente como Isidoro Gasque, a quien no le discuto su amor por el Castellón, como el de tantos y tantos aficionados albinegros. Siempre he defendido que Fòrum Albinegre debía tener su derecho a opinar desde su prisma, aunque rechazo tajantemente cualquier tipo de descalificación hacia mis compañeros de profesión, a los que siempre he respetado pese a disparidad de criterios.

He recibido en los últimos días consejos de que me desmarcara de David Cruz porque no tardarán en saltar asuntos negros respecto a su persona. Mi respuesta, como en tantas y tantas oportunidades, fue que yo no me alineaba con nadie, solo con el CD Castellón. Esto no se contradice con huir de un sinvivir permanente por la duda eterna y enfermiza hacia quienes rigen los destinos del club.

Todos queremos que concluya el mal sueño de ver al Castellón en Tercera. Ahora se va en el camino, porque Pedro Fernández Cuesta y sus chicos están haciendo un buen trabajo. Ellos no tienen otra bandera que la albinegra y soy consciente del fenomenal grupo que han formado.

Un nuevo episodio de guerra civil cobra fuerza con lo que está pasando entre los patronos de la Fundación y el presidente del Castellón. Ni tengo miedo a Javier Ibeas, ni a Mauricio Montón ni a David Cruz. Ninguno. Solo respeto por todos ellos porque todos trabajan (en el caso de Ibeas trabajaba) por y para el CD Castellón. Me parece triste y penoso este intercambio de golpes entre albinegros. Y muy mediocre que no sean capaces de sentarse en una mesa y resolver, de una vez por todas, los problemas. Sin egos, egoísmos y buena intención será mucho más fácil.

La Fundación, y así lo he escrito, salvó en su momento la desaparición de la cantera y lo he elogiado públicamente. Ni dudo ni dudaré nunca de la honestidad de Ibeas y Montón, más bien lo contrario. Y estoy seguro de que se presentará en su momento oportuno la correspondiente auditoria. En este caso, el 30 de junio como corresponde.

David Cruz, hasta la fecha, no me ha dado motivos para que dude de su honestidad. Le asiste la razón de que la gestión deportiva del fútbol base corresponde al CD Castellón. Los niños son el futuro y forman parte de la semilla albinegra. Ya reclamaron lo mismo Miralles e Isidoro Gasque. Cruz posee una idea de cantera diferente a la que pregonan los actuales patronos. Mi idea es que en fútbol base no se gasta dinero, sino que se invierte y deseo una estructura más profesional para la cantera albinegra. Considero que los padres no deben intervenir en ninguna decisión deportiva, pero también que tienen derecho a saber cómo se gasta su dinero, sobre todo si han pagado 590 euros de cuota. Lícito. Y todos (Fundación y Castellón) deben pensar en la mejor educación deportiva y humana de los jóvenes que defienden con orgullo la camiseta del CD Castellón. Pero les pido, por favor, dejen de hacer el ridículo, aparquen personalismos y no consideren que el resto de los mortales somos tontos que no entendemos de leyes o necesitamos un curso intensivo de derecho. Le pido a Cruz, Montón e Ibeas que se arreglen de una vez por el bien de los niños y del CD Castellón. Sigo muy alineado en un bando y nadie me cambiará la idea, por muy amigo que sea o se considere el más poderoso del mundo. Mi bando es el CD Castellón. Más guerras civiles, por favor no. No quieran la camiseta albinegra más que nadie, solo les pido que la quieran. Basta. H