La era Martino comenzó ayer en el Camp Nou. El entrenador argentino aterrizó en El Prat sobre las cinco de la tarde, donde le esperaba Andoni Zubizarreta, así como un buen grupo de aficionados de Newell’s que no quisieron perderse la llegada de su compatriota, al que no vieron, ya que el técnico salió por una puerta trasera. Se trasladaron a las oficinas del Barça y, tras ello, el técnico pasó la primera sesión fotográfica como azulgrana. Ya de noche, ambos cenaron con Sandro Rosell.

Así de apretada fue ayer y será en los próximos días la agenda del Tata Martino. La convulsa pretemporada que está viviendo el Barça, con el relevo obligado de Tito Vilanova por la enfermedad que padece, ha trastocado la preparación del equipo, que tras salvar honrosamente el amistoso de Múnich, viajó ayer hasta Oslo, donde mañana se mide con el Valerenga, un duelo que Martino podrá ver en directo, ya que la intención del preparador es desplazarse a Noruega, junto con Zubi, para poder conocer a los jugadores.

Lo que también es más que probable es que el técnico no se siente en el banquillo.

El Tata Martino habrá cerrado un espectacular periplo aéreo que le habrá llevado de Rosario a Buenos Aires, de la capital argentina a Barcelona y de ahí a Oslo, para regresar el sábado por la noche de nuevo, en solo tres días.

El entrenador firmará hoy el contrato que le liga al Barça para las dos próximas temporadas y a las 13.00 horas será presentado en el Auditorio 1899.

DEL ‘FLACO’ AL TATA // Doce entrenadores y 30 años han pasado por el Camp Nou para volver a ver a un argentino al frente del Barça. El último fue César Luis Menotti, que solo pudo celebrar una Copa de la Liga, una Copa y una Supercopa, títulos menores, a pesar de tener a los dos mejores jugadores del mundo, Maradona y Schuster. El Tata cuenta con una plantilla de ensueño, además de Messi y Neymar, para superar al Flaco.

Mientras la plantilla espera a Martino, el técnico tomó su primer contacto con Barcelona, aunque ya conocía la ciudad. Fue en el 2011, cuando estando de vacaciones con su familia compró una entrada para ver el Gamper. En medio de la afición, pasando desapercibido, el Tata vio la goleada al Nápoles (5-0). A partir de ahora, estará mucho más cerca de los cracks. H