Cuatro de cuatro. El Atlético está pletórico. Volvió a demostrarlo ante el Almería, al que castigó con una goleada (4-2) que confirma su estado de forma. Un triunfo que añade a los tres anteriores (ante Sevilla y Real Sociedad fuera y Rayo Vallecano en casa) para rubricar un arranque feroz que le confirma en la cima de la liga.

Un cuarto de hora estuvieron los de Simeone sin resolver, hasta que apareció David Villa para firmar un golazo. Juanfran se internó por la banda derecha, centró al área, tocó de cabeza Raúl García y el esférico llegó al asturiano, que de volea con la zurda batió a Esteban.

El segundo tanto lo anotó Diego Costa tras un penalti cometido por Pellerano sobre Filipe Luis sobrepasada la media hora de envite. Un gol que parecía sentenciar el encuentro. Al menos así los sintió la grada, y seguramente también sus futbolistas, que cedieron algo en su ambición, lo que aprovechó Rodri para acortar distancias.

LLEGA LA GOLEADA // Pero lo mejor estaba por llegar. Dos goles de pizarra, de laboratorio. Dos tantos que, por su belleza, levantaron al público de sus asientos. El 3-1, de Tiago, tras una falta cerca del semicírculo del área sacada de forma sutil por Gabi hacia el portugués, para que éste se girase con maestría, acomodase el cuero en la bota izquierda y batiese a Esteban.

Y el 4-1, de Koke, después de un servicio magistral de Raúl García, con el tacón. Pudieron llegar más, pero el Atlético no quiso ensañarse y dio opción a que el Almería maquillase el guarismo (4-2), con el último tanto, obra de Aleix Vidal. H