Marcelino y su cuerpo técnico fueron protagonistas de la velada con una afición rendida al actual Villarreal. “Lo mejor que se puede celebrar es la unión entre todos los estamentos del club y ojalá seamos capaces de mantener esta convivencia, y que cada vez sea mejor y más mayoritaria”, decía Marcelino sobre la comunión con una grada que “devuelve a nuestro trabajo el apoyo, el ánimo y el constante aplauso”.

Al preparador no le preocupan los elogios constantes que su equipo está recibiendo en este inicio de Liga, aumentados tras el excelente partido ante el Madrid. “No me molestan las flores, al contrario, creo que las de ahora son muy merecidas. Estos jugadores sufrieron mucho la pasada campaña y cuando hacen bien las cosas siempre gusta que se diga”, apuntó un Marcelino que también recogió el guante lanzado la pasada semana por Roig sobre la deseada renovación del técnico: “En el fútbol todo varía rápido, con cuatro resultados adversos. Pero si en un momento el club decide que este cuerpo técnico es el ideal para continuar este proyecto, nosotros encantados”. H