Cani vive un momento de absoluta felicidad. Si a nivel personal estrenará pronto, y por partida doble --espera mellizos--, paternidad, en el futbolístico las cosas no le podían ir mejor en estos primeros pasos del regreso del Villarreal a la élite. Cani vuelve a sentirse importante en Primera y clave para un Submarino que está aprovechando su estado físico de jugador creativo y goleador, ya que sus dos dianas han colaborado de forma decisiva en cuatro de los 10 puntos que colocan a los amarillos en una envidiable tercera plaza.

El futbolista apunta directamente a un culpable de esta especie de segunda juventud que le ha llegado ya con 32 años y convertido en un jugador más asentado. “Estoy dejando de ser un crío”, bromea Cani, para después definir su momento actual como el de un futbolista “más maduro y mejor”. Marcelino, su actual técnico, es el hombre que tenía la llave para descubrir a este nuevo Cani, que agradece el rol que el asturiano le ha deparado para este regreso del Villarreal a Primera: “Ahora es cuando siento de verdad la confianza de un entrenador. La siento totalmente. Además, entiendo muy bien lo que quiere el míster y eso hace que esté especialmente a gusto en esta etapa de mi carrera”.

No es que Cani haya estado nunca olvidado por los técnicos que ha tenido en estos siete años vistiendo la camiseta amarilla, empezando por Pellegrini y continuando por Valverde, Garrido, Molina, Lotina, Velázquez y, ahora, Marcelino. Con todos ha superado con creces la treintena de partidos. Pero tras su aterrizaje en el Madrigal en el 2006, desde Zaragoza, se encontró con compañeros de la talla de Román, Cazorla, Pirès… “a los que era muy difícil quitarles un puesto”. “Este año está siendo todo positivo y me siento mucho mejor”, añade Cani, que no hace mucho debía soportar cierto run run en una parte de la grada disconforme con sus actuaciones. “El fútbol es eso. He sido criticado al mismo tiempo que alabado. Hay momentos mejores y peores y este intentaré aprovecharlo al máximo y mantener el nivel”, desea.

“LOS PIES EN EL SUELO” // Ya como una de las voces autorizadas del actual vestuario, Cani no quiere poner freno a la alegría que se vive en el entorno por este regreso a lo grande a Primera, pero sí asegura que tanto él como sus compañeros “tenemos los pies en el suelo”. Mientras dure la racha, Cani seguirá disfrutando de una felicidad que se prolonga desde la recta final de una pasada campaña que, dentro de lo malo, sirvió para fortalecer el sentimiento groguet. “Está claro que nadie quiere volver a Segunda, pero quizás la gente estaba acomodada y tras estar en el infierno, y subir, ahora lo vemos todo mejor”. H