El Valencia trasladó a la competición europea su falta de juego e identidad y fue goleado en Mestalla por el Spanish Swansea, un equipo novato en los torneos internacionales que le sacó los colores al conjunto local, tal y como ya hicieron en la competición doméstica el Betis y el Espanyol.

Aunque fundamental fue la expulsión del central francés Rami a los 10 minutos, lo cierto es que el Valencia del serbio Miroslav Djukic sigue siendo un equipo sin alma, frágil, que deambula sobre el campo como un pollo sin cabeza. Solo cuatro minutos tardó el equipo galés en aprovechar su superioridad numérica y tras una buena internada de Michu, su centro lo aprovechó Bony para marcar con la zurda dejando en evidencia la endeble defensa local. Ahí se acabó el partido que en la segunda parte se encargaron de rematar Michu y De Guzmán ante el enfado de la afición de Mestalla, que ya tras el 0-2 empezó a abandonar el estadio.

LA TRISTEZA DE DJUKIC // Aunque la parroquia che acentuó sus críticas a los jugadores, lo cierto es que Djukic queda tocado tras este nuevo revés. “Soy el máximo responsable. No puedo decir que yo soy el bueno de la película y los malos los jugadores”, dijo el técnico, que aseguró no temer por su cargo. “Por lo único que temo es por la imagen que damos. Siento una tristeza enorme”, apuntó. H