El Villarreal no está dispuesto a dormirse en los laureles a pesar de un inicio de temporada que ha superado con creces todas las expectativas. Los de Marcelino quizás no brillaron como en otras ocasiones el pasado domingo en Balaídos, pero conservaron ante el Celta la condición de invictos en la Liga 2013/2014 que comparte con sus tres antecesores en la tabla, Barça, Atlético y Real Madrid. Quizás, la diferencia entre el Villarreal de Vigo y el de partidos como los del Osasuna o el Real Madrid estuvo en el cero que marcó su casillero por primera vez en la presente campaña, cuando en sus anteriores cuatro citas había sido capaz de romper la barrera de los dos goles de media marcados por encuentro.

Por ese motivo, el Submarino tendrá que ajustar su punto de mira el próximo jueves, en el momento de hacer bueno en la visita del Espanyol al Madrigal el punto sumado en Balaídos, que supo a poco a tenor de las muchas ocasiones que los de Marcelino desaprovecharon para regresar de tierras gallegas con los tres puntos y seguir la estela de los grandes de la Liga. Jonathan Pereira, el hombre con más remate en el último compromiso del Villarreal, ya incidió en este aspecto tras acabar el choque e instaba a “corregir” ciertos defectos en la finalización que el equipo ha hecho más patentes en las dos últimas jornadas, en las que el porcentaje de tiros entre los tres palos que acabaron en las redes rivales ha disminuido notablemente con respecto a los tres primeros choques de la competición.

UN INICIO ESPECTACULAR // Con la actual situación del Villarreal, el primer encuentro sin marcar de la temporada no puede ser preocupante. Los amarillos se han ganado brillantemente un colchón que minimiza los problemas de finalización sufridos ante el Celta, compensados, es cierto, con una seguridad defensiva que invita todavía más al optimismo. “Ahora solo falta materializar las ocasiones”, asentía el centrocampista Tomás Pina tras el último choque del Submarino, en el que el problema no estuvo en las llegadas, continuas, al área contraria, sino en la tibieza para finalizarlas. “Hay que mejorar cara a gol”, afirmaba Manu Trigueros.

Lo cierto es que en los dos últimos partidos el Villarreal ha rematado a portería con una asiduidad similar a la de las tres primeras jornadas ante el Almería, el Valladolid y el Osasuna, pero en esos encuentros a los de Marcelino no les hizo falta apuntar más a los guardametas contrarios ya que el porcentaje de acierto fue altísimo. En Almería y en el Sadar, el Submarino materializó el 75% de sus remates entre los palos (en ambos choques marcó tres goles de cuatro disparos bien dirigidos). En el partido como local frente al Valladolid, los amarillos se movieron con porcentajes más normales, rozando un 30% que tampoco está nada mal.

Sin embargo, en las dos últimas jornadas ha bajado el índice de efectividad. Contra el Madrid de los Diego López, Sergio Ramos, Pepe… los hombres de Marcelino crearon el mayor número de ocasiones en lo que llevamos de temporada, nueve, pero solo dos acabaron en las redes de un Diego López que aprovechó la tesitura para dar un golpe sobre la mesa en el debate que el entorno blanco mantiene entre los defensores del exportero amarillo y los casillistas.

El porcentaje de efectividad del Villarreal bajó a un 22% por culpa del gallego. Un paisano de Diego López, Yoel, también fue el protagonista en el 0-0 del pasado domingo en Balaídos; fue el primer guardameta en dejar ofensivamente a cero a un Villarreal que ayer ya empezó a ajustar su punto de mira para que ante el Espanyol, el jueves, se vuelva a ver al Submarino más efectivo de la Liga. H