El Villarreal C sigue sin levantar el vuelo. El conjunto entrenado por Tito García Sanjuán volvió a caer, esta vez ante su propia afición, y todavía no sabe lo que es ganar esta temporada tras la disputa de las seis primeras jornadas del campeonato. Esta vez su verdugo fue el Muro de Alcoi, que se llevó los tres puntos de la Ciudad Deportiva con un partido muy efectivo y poco brillante.

El conjunto amarillo saltó al campo como un flan. Nervioso, impreciso y dando la sensación de que en cualquier momento podría recibir un mazazo en forma de gol visitante. Y así fue, ya que el 0-1 llegó cuando se cumplía el primer cuarto de hora en una jugada que acabó con un zurdazo de Pablo desde la frontal del área que entró junto al palo sin que Quique llegara a moverse para intentar parar el balón.

El Muro estaba mejor plantado sobre el terreno de juego. Mientras el Villarreal C se estrellaba una vez tras otra contra la defensa rival, el conjunto alicantino salía con peligro a la contra. De hecho, pudo hacer el 0-2 tras un error de la zaga amarilla que no aprovechó Antonio pese a que estaba solo ante el portero.

Los locales encontraron un hueco en la muralla defensiva en el minuto 38 y lo aprovecharon para empatar. Raúl Aranda se inventó un genial pase interior para que Mario cruzara el esférico ante la salida Adrián Murcia y pusiera el empate.

Poco le duró la alegría a los amarillos. Tan solo tres minutos más tarde llegó el 1-2 en una jugada de fortuna visitante que acabó con un tiro cruzado de Torrella que fusiló al meta del Villarreal C desde dentro del área.

En la segunda parte, más de lo mismo. El equipo de García Sanjuán demostraba en cada jugada que no está fino, mientras que el Muro se limitaba a defenderse con orden espartano. Un partido bronco, feo, sin claras ocasiones de gol y con un resultado que premió al equipo que cometió menos errores. Para olvidar. H