Ni el aire fresco que encontró el día del Málaga, ni la victoria ante la Juventus hacen que el guión del Madrid varíe. Tras el empate del Barça ante Osasuna, el equipo blanco sabe que un triunfo en el feudo azulgrana le situaría como líder. Para mañana en el Camp Nou, Ancelotti planea darle la titularidad a Bale, según desveló el propio entrenador.

A estas alturas, nada indica que la pizarra del técnico tenga un peso decisivo en el clásico. Más que del entrenador o de un sistema nada clarificado, el destino del clásico lo escribirán sus jugadores. El automatismo que tiene el equipo del juego del contragolpe made in Mou sigue muy vigente y se convierte en la principal fuente de vitalidad del Madrid.

Ante el Barcelona, la consigna no variará de la de los últimos años. Es decir, defensa agresiva, robar y salir en estampida hacia la portería de Valdés. Para eso, todo indica que Ancelotti mantendrá la base del equipo que se enfrentó a la Juventus. En las bandas Arbeloa se las verá con Neymar y Marcelo con Alves. Ramos y Pepe vigilarán muy de cerca a Messi cuando el argentino rompa la primera línea de fuego.

En esa zona del campo todo indica que volverá levantarse un muro con el trivote formado por Khedira, Illarramendi y Modric. Por la derecha jugaría Bale, que firmaría así su segundo partido como titular --el primero fue en Vila-real donde marcó un gol--. El jugador galés estaría acompañado por Di María y por Cristiano o por el portugués y por Benzema, si Ancelotti mantiene su aireada fidelidad hacia el francés, que jugaría liberado de la bronca que el Bernabéu le viene dedicando por sus incomprensibles fallos. El público pide a Morata, pero en el club se cree que no es cuestión de exponer al canterano. H