El Benicarló sigue como líder imbatido tras una nueva y trabajada victoria contra un equipo, el Tavernes Blanques, que le planteó un partido sin complejos y le hizo sudar tinta durante los noventa minutos del choque.

Todavía no se habían cumplido veinte minutos de partido y los visitantes ya habían tenido dos ocasiones claras de gol en sendos remates desde el interior del área de Sergi y Jorge, que fueron desviados con el pie por el arquero Aguayo. Mediada esta primera mitad los de Beto espabilaron y comenzaron a llegar también con peligro al área de Valero, que tuvo que intervenir con acierto para desviar una gran volea de Marcos Cano desde fuera del área, aunque apenas un minuto después nada pudo hacer ante un sensacional remate con parábola de Felipe que se coló hasta el fondo de la red ajustado al palo.

En el segundo acto los locales salieron con la sensación de tener el partido atado, pero a punto estuvieron de llevarse una sorpresa con un penalti en contra por unas manos, quizá involuntarias de Víctor Esbrí, que, afortunadamente, detuvo Aguayo y las aguas volvieron a su cauce. Marcos Cano pudo sentenciar a falta de un cuarto de hora con un gran remate que se estrelló en el larguero, si bien el Benicarló ya no dominó tan claramente hasta el pitido final del árbitro.

El Benicarló pasó apuros en la recta final, aunque una zaga improvisada, con Medi de lateral y Pablo Traver de central, supo responder a la perfección. Al final, la afición se marchó satisfecha por la actuación de un equipo que ya puede calificarse como la gran sorpresa de la temporada. H