3CON su idea de juego irrenunciable, el Villarreal entró en el partido sintiéndose protagonista; asumió la tenencia de la pelota, controló el juego y buscó la portería. El Levante tomó precauciones y optó por esperar acontecimientos.

3BUSCÓ y encontró el escenario idílico: 0-1, superioridad numérica y 80 minutos por delante, pero esas grandes sensaciones de los primeros minutos se diluyeron. Como teniendo piedad del adversario, teniendo todo a favor de obra, la sala de máquinas amarilla bajó un punto la intensidad. Mantuvo la pelota, pero sin juego.

3SU fútbol no desordenaba al Levante; utilizaba bien los espacios cortos pero estaba impreciso en los largos. Faltaba hacer circular el balón de lado a lado para obligar al oponente a realizar basculaciones más exigentes.

3DEFIENDE bien el equipo al que no le rematan, no aquel al que no le marcan. Y el Villarreal es muy fiable; nunca le encaran al arque-ro en el mano a mano. Concedió corners y faltas laterales a las que se agarró el local, pero lo defendió todo con acierto y solvencia.

3NO lograba imponer con autoridad su superioridad técnica y numérica hasta que entró Aquino. Los de Caparrós se manejan bien en las disputas físicas y sufren con la velocidad. Aquino entendió mejor el juego, dio amplitud y percutió continuamente.

3AL Levante no le alcanzó con sus ganas y con el 0-2 se quedó sin respuesta. El Submarino volvía a manifestarse como un equipo armónico que llegaba al área con el balón dominado, filtrando pases y desbordando por fuera.

3SOLO faltó el condimento del gol, porque disfrutó de un abundante catálogo de ocasiones claras y diáfanas que hicieron que el 0-3 se quedara corto. Cada vez que se desplegó rondó el gol. Era ya una lucha muy desigual entre un equipo que tenía chispa, ritmo de juego y profundidad contra un equipo deseoso del pitido final. Un auténtico cadáver.

3EL que suscribe no puede ocultar que en su día vio en Uche síntomas de prematura decadencia. Marcelino y su equipo lo han recuperado y, al margen de los goles, es capaz de ofrecer buenos des- marques de apoyo y ruptura y soluciones constantes para el equipo. Ayer marcó dos goles y provocó el penalti, siendo decisivo en el 0-3 final. H