A la preocupante situación del Málaga se le pueden buscar mil razones, pero el problema principal es sencillo: hace un par de temporadas tenía un presupuesto de 150 millones de euros; ahora 40. De golpe y porrazo, un club asociado con la austeridad empezó a estar vinculado con coches de lujo, yates, puertos deportivos, fichajes millonarios. En un país a las puertas de una grave recesión económica y un fútbol con la burbuja pinchada, la entidad andaluza presentaba signos de opulencia fuera de lugar. Pero se fueron las vacas gordas y llegaron las flacas, y el Málaga que compitió en Europa como los grandes fue tan fugaz como una estrella.

Toda esta situación es difícil de asimilar para su afición. Ahora ya empiezan los gritos que apuntan directamente al entrenador, aunque la máxima responsabilidad hay que buscarla más arriba, al responsable de firmar por cinco años a un técnico que en España, Ucrania y Turquía casi nunca ha tenido por costumbre acabar la temporada. Son cosas de jeques que no acaban de entenderse.

EL DIBUJO TÁCTICO // Bernd Schuster utiliza en el actual Málaga un 4-1-4-1. En la portería tiene su mejor valor en Willy, un meta ágil, de gran colocación y buen uno contra uno. Por delante, Sergio Sánchez y Weligton, dos centrales contundentes que buscan la anticipación, aunque a veces miden mal y entran alocadamente. Otra opción es el rocoso y aguerrido Angeleri, En los costados, Gámez despliega y repliega bien; el zurdo Antunes es más potente que técnico. Es una línea que se coordina muy bien en el fuera de juego. En la iniciación, los centrales se abren y baja a recibir Tissone, el ancla del equipo andaluz; un medio competitivo, de alto nivel físico que le permite abarcar mucho campo, pero solo tiene pase corto. En la zona de tres cuartos, ante el Athletic las alas fueron para Samuel, un punta o mediapunta que sabe maniobrar con la pelota y es sacrificado en el trabajo, y el zurdo Eliseu, más potente y vertical.

En el centro, Darder es la sorpresa; volante agresivo en el pressing y de gran golpeo desde media distancia. Sancionado Portillo, la alternativa puede ser Morales. Mermado por las bajas, en punta jugó el último partido Juanmi, jugador de poco físico pero intuitivo, aunque es muy inconstante.

La falta de jugadores diferenciales se hace notar demasiado. Luego hay otros detalles que influyen negativamente: el Málaga es un equipo débil en la estrategia defensiva a pelota parada, concediendo demasiados remates. También se producen actuaciones individuales defensivas que penalizan; errores en zonas de riesgo que les cuestan goles. H