El primer once de Ramón Moya en el Castellón toma forma. El entrenador natural de Castellnou de Seana (Lleida) puso en liza ayer a un equipo que a pesar de ser bastante similar al del encuentro del sábado en La Llosa de Ranes (2-1), tendría personalidad propia, por las modificaciones del mismo y también por la variante táctica que se adivina del ensayo de ayer en Castalia.

El técnico catalán hizo las probaturas esperadas. Fue en un ensayo que, fiel a lo que había anticipado la víspera a los propios futbolistas, enfrentó a los teóricos titulares ante un rival que tenía un jugador más -también había desvelado estos planes a la plantilla, el miércoles-, en un partido nuevamente intenso y largo, puesto que cada parte duró 60 minutos. Con todo, no hubo goles en las dos horas del test.

Respecto al equipo que Juan Carlos Ortiz alineó de salida en El Sequiol, destacar el regreso de Lois (en detrimento de Aarón), una vez superados los problemas físicos que el medio valenciano ha arrastrado en las últimas semanas, así como la presencia de Hugo en punta, por Adolfo.

Lo más significativo, dentro de un sistema elástico que se movió entre el 4-4-2 y el 4-4-1-1, fue la presencia de Juste, a quien Moya conoce muy bien de su etapa en la Gramenet. El mediapunta barcelonés relegaría así a Meseguer.

Guille Vázquez participó también en la sesión y puede llegar al domingo, aunque la idea inicial era la de no forzar al benicarlando, pues no jugó frente al Llosa.

Cara al domingo, ese equipo podría variar, sobre todo en el eje, de mediar una recuperación notable de Guille Vázquez que, en teoría, haría saltar del mismo a Forner. Habrá que ver qué sucede con Sergio Iglesias: viene en forma (ha disputado 17 de los 21 partidos con el Conil, todos menos los cuatro primeros, para un total de 1.260 minutos), contando con que el Castellón pueda tramitarle la licencia federativa.

Ahora bien, todavía quedan dos entrenamientos y la prueba de ayer podría no ser del todo vinculante, principalmente si Moya ve que alguien se relaja... H