No pudo ser. La selección española de balonmano deberá conformarse con pelear por la medalla de bronce en el Europeo de Dinamarca, tras caer hoy por 30-27 ante Francia en semifinales, en un choque en el que a España no le bastó el sensacional encuentro de Joan Cañellas para ganar.

Y eso que el central español lideró una espectacular remontada en el primer tiempo que permitió a España afrontar la segunda parte con todas las opciones de pasar a la final, un lucha por el oro de la que apartaron dos habituales secundarios, el extremo Valentin Porte y el guardameta Ciryl Dumoulin.

Dos jugadores a los que España no encontró nunca respuesta, tal y como ocurrió al inicio del duelo con todo el equipo francés, que sacó de inicio de la pista a un conjunto español, incapaz de dotar ningún tipo de ritmo a su ofensiva.

Todo un problema para el equipo español, que se vio obligado a abusar en exceso de acciones individuales ante un rival, que si destaca por algo es por su envidiable físico, que hace que se maneje como nadie en las acciones hombre a hombre.

Pero si problemática era la ausencia de velocidad, más alarmante era la falta de acierto de los jugadores españoles, empeñados como parecieron en estrellar una y otra vez sus lanzamientos en el cuerpo de un Thierry Omeyer, que detuvo cuatro de los cinco primeros disparos de la selección.

Paradas que contrastaban con la ausencia de las mismas en el marco español, donde José Manuel Sierra, que tardó casi diez minutos en atajar su primer balón, cuando el marcador ya reflejaba un más que preocupante 6-2 para el conjunto galo.

Pero si España tiene algo es su carácter irreductible, una numantina predisposición para agarrarse a la pista sean cual sean las circunstancias y adverso el marcador, que permitió a los "hispanos" lo imposible: la remontada en el tanteador.

Aferrada a una sólida defensa, en la que las constantes ayudas y la velocidad de piernas permitían cerrar cualquier camino al equipo francés, la selección española fue reduciendo poco a poco su desventaja que llegó a alcanzar los cinco goles (9-4) de diferencia.

Una defensa que ahora sí contó con la ayuda de un José Manuel Sierra, que crecido tras detener un penalti a Guillaume Joli, acabó por cerrar definitivamente con sus cinco paradas la portería del conjunto español, que tan sólo concedió un gol, y de penalti, en los diez minutos finales de la primera mitad.

Circunstancia que no desaprovecho España, liderada en ataque por un prodigioso Joan Cañellas, que hoy volvió a presentar su candidatura a mejor jugador del Europeo, para endosar un demoledor parcial de 1-8 los campeones olímpicos, que permitió a los de Cadenas llegar al descanso con una renta de dos goles (12-14) en el marcador.

Ventaja que se diluyó por completo en el arranque de la segunda mitad en el que los colegiados eslovenos Krstic y Ljubic arrebataron a los dos equipos todo el protagonismo con una sucesión de exclusiones para uno y otro equipo, de las que salió peor parado el cuadro español.

Una selección que pasó de ganar por dos goles (16-14) a verse de nuevo por detrás en el luminoso con unos inquietantes tres tantos de desventaja (20-17) a los nueve minutos de la reanudación.

Diferencia que se encargó de anular, como no, de nuevo en espectacular Cañellas, el único que pareció capaz por momentos a un Ciryl Dumoulin, que suplió a un Omeyer,que tras su espectacular arranque se había ido apagando progresivamente hasta desaparecer.

Pero si brillante estuvo Dumouilin no menos lo estuvo el joven guardameta español Gonzalo Pérez de Vargas, que dio la replica al meta francés con tres paradas, que permitieron a España afrontar los últimos once minutos de juego de nuevo en igualdad (23-23)

Tablas que se encargó de romper una y otra vez para el equipo francés el lateral-extremo Valentín Porte, autor de siete tantos, cuyos movimientos se convirtieron en un misterio irresolubles para la defensa española.

Al igual que los de Luc Abalo, que pese a su paso por la Liga española, sorprendió una y otra vez con sus lanzamientos desde los nueve metros tras partir desde el extremo, lo que permitió a Francia encarar los últimos cuatro minutos de juego con dos goles (28-26) de ventaja.

Renta que se encargó de convertir en definitiva el guardameta Ciryl Dumolin, con dos nuevas paradas a lanzamientos de Valero Rivera y Jorge Maqueda, que condenaron a España, ya sin remedio, a la derrota final (30-27).

- Ficha técnica:

30 - Francia: Omeyer; Abalo (8), Porte (7), Luka Karabatic (-), Nikola Karabatic (2), Sorhaindo (2) y Guigou (5, 4p) -equipo inicial- Dumoulin (ps), Fernandez (-), Anic (-), Narcisse (5), Joli (1p), Nyokas (-), Honrubia (-), Grebille (-) y Accambray (-)

27 - España: Sierra; Víctor Tomás (2, 1p), Maqueda (2), Raúl Entrerríos (4), Cañellas (10, 3p), Rivera (1) y Aginagalde (5) -equipo inicial- Pérez de Vargas (ps), Gurbindo (-), Rocas (-), Sarmiento (-), Ugalde (1), Andreu (-), Morros (1), Antonio García (1) y Gedeón Guardiola (-)

Marcador cada cinco minutos: 2-1, 5-2, 9-5, 11-6, 12-11 y 12-14 (Descanso) 16-16, 20-18, 21-20, 24-23, 27-25 y 30-27 (Final)

Árbitros: Krstic y Ljubic (SLO). Expulsaron por tres exclusiones al jugador francés Luka Karabatic (m.52)

Además excluyeron por dos minutos a Nikola Karabatic (2) y Narcisse por Francia; y a Maqueda, Cañellas (2) y Morros por España.

Incidencias: Primera semifinal del Campeonato de Europa de balonmano de Dinamarca 2014 disputado en el Jyske Bank Boxen de Herning ante unos 14.000 espectadores.