Más allá de la imagen que pueda dar el Villarreal de aquí al final de la Liga, el principal motivo de la insistencia de Marcelino en mantener la intensidad máxima en las 15 jornadas que restan para el final del campeonato es de carácter pragmático. El objetivo de conseguir una plaza europea tras amarrar la permanencia en Primera parece más que factible teniendo en cuenta los nueve puntos de ventaja que los amarillos ostentan sobre esa frontera de la octava plaza que ha marcado la Copa del Rey, torneo que ampliará hasta los siete primeros los puestos europeos después de la eliminación de la Real Sociedad.

El técnico amarillo no está dispuesto a que mañana, ante el Celta, se repitan los errores de concentración que facilitaron la victoria del Real Madrid en la última visita de los amarillos al Santiago Bernabéu y por eso durante toda la semana ha hecho hincapié en la necesidad de no dar más concesiones a los rivales. El choque ante los vigueses puede ampliar el colchón de puntos sobre la frontera europea. Es más, una victoria asegurará ese objetivo, teniendo en cuenta el enfrentamiento directo del domingo entre dos de los más inmediatos perseguidores del Submarino, Sevilla y Valencia. Los amarillos pueden distanciarse hasta en 12 puntos para, además de consolidar su quinta plaza, intentar acercarse un poco más al “objetivo máximo” de la Champions que apuntó Fernando Roig en su última aparición pública.

La plaza de Liga de Campeones, sin embargo, no está en estos momentos en la mano de un Villarreal que depende de los errores del Athletic. Esa cuarta plaza sería el premio gordo a final de temporada, plaza que marcaría el inicio oficial de la temporada 2014/15 el 19 o el 20 de agosto con la ida de la ronda de play-off de la Champions, que dará las últimas cinco plazas para la liguilla.

Lo que sí depende del Villarreal es la quinta posición en la Liga, que permitiría a los de Marcelino disfrutar de un verano mucho más tranquilo, ya a la espera del inicio de la fase de grupos de la Europa League (el 18 de septiembre). Este privilegio se heredaría de la plaza que otorga el título de Copa para el segundo torneo continental, que Barça o Madrid dejarían en manos del equipo clasificado inmediatamente después de los cuatro primeros.

Sin embargo, todo lo que sea obtener billete europeo por la vía de la sexta o la séptima posición obligará a adelantar de forma notable el planning de trabajo del Villarreal. Más rondas previas, menos vacaciones. Si los amarillos cedieran a final de Liga solo un escalón sobre su actual plaza, el equipo tendría que jugarse a doble partido -en la llamada ronda de play-off-- su entrada en la fase de grupos de la Europa League a partir del 21 de agosto. La pretemporada se complicaría aún más en el caso de una hipotética entrada a Europa por la vía de la séptima posición. En ese caso, el Villarreal tendría que adelantar casi un mes más su regreso al trabajo para preparar una tercera ronda previa que tiene marcados sus partidos de ida el 31 de julio.

Aunque hay tres bazas para conseguir el regreso a las competiciones continentales dos temporadas después de la última aparición de los amarillos en la Champions, no cabe duda de que los beneficios que obtiene el quinto debe ser una motivación suficiente para que el Villarreal pelee hasta el límite por, como mínimo, mantener su actual estatus en la Liga española. H