El CD Castellón sería equipo de play-off de ascenso e incluso podría presumir de ser el segundo clasificado del grupo VI de Tercera División si supiera amarrar los partidos. El conjunto albinegro, que en el presente ejercicio ha tenido ya tres entrenadores -e incluso cuatro si contamos a Juan Carlos Ortiz que estuvo en un de ellos-, está teniendo un denominador común esta temporada: la moral de sus jugadores baja a medida que pasan los minutos, una fragilidad que está siendo fatídica.

Y a los hechos hay que remitirse. De los 25 encuentros que llevan los orelluts disputados, en 10 de ellos ha llegado al cuarto de hora final con ventaja o empate en el marcador y ha dejado escapar la renta que tenía.

Analizando caso a caso, las cifras son alarmantes, puesto que la plantilla que ahora dirige Ramón Moya tendría 16 puntos más de haber sido un poco más contundente en las rectas finales de los compromisos. No en vano, en la mayor parte de las veces, el rival en cuestión apenas inquietó el marco albinegro hasta dar el o los hachazos definitivos.

LA HISTORIA SE REPITE // Por desgracia para los intereses del Castellón, se repite la misma historia desde la 1ª jornada, cuando el Llosa le levantó un 1-0 a los de, por aquel entonces, Jorge Peris a falta de un cuarto de hora. Lo mismo le sucedió en la 2ª, cuando el Muro igualó 2-2 a falta de 15 minutos. Y mucho más duro fue el tercer partido liguero, ya que el Orihuela también le dio la vuelta a un 1-0 a favor de los castellonenses, pero en el doloroso minuto 90 de encuentro.

Ribarroja, Cullera, Acero, Torre Levante, Torrevieja y Llosa se han beneficiado de la supuesta relajación albinegra en el último cuarto de hora de los partidos.

El que más tajada ha sacado es el último verdugo orellut, el Cullera, que le ha robado cuatro puntos en los dos encuentros disputados. El Castellón sería ahora mismo equipo de play-off. H