Dirigimos nuestras palabras hacia el Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol, que se reunirá hoy para dictaminar si castigan a nuestro equipo, el Villarreal CF, con sanciones que podrían acarrear hasta el cierre del Madrigal por el lanzamiento de un bote de gas lacrimógeno por parte de un individuo el pasado sábado.

De producirse este hecho se estaría cometiendo un grave error con el propio Villarreal CF, con la afición grogueta y con la propia ciudad de Vila-real. Error porque se estaría castigando a un club modélico, como lo es el Villarreal CF, que en todo momento ha ayudado a los organismos pertinentes que arduamente trabajan en la localización de un individuo que fue con un objetivo claro, dañar al Villarreal CF, un club que en todo momento garantizó la seguridad de los últimos minutos, tal y como recoge el acta del colegiado Fernández Borbalán, ante 14.195 groguets.

Castigarían también a una afición modélica, una afición que ha denunciado desde el primer momento esa actuación. Una afición que jamás crea altercados con otras aficiones de equipos rivales; una afición que se ha desplazado masivamente, recibiendo felicitaciones por su orden y conducta. Una conducta que no se limita únicamente al territorio nacional. Manchester, Milán, Nápoles, Glasgow, Múnich, Londres, entre otras, pueden dar prueba de ello.

Hace poco, leía un comentario muy acertado: “El Madrigal no verá manchada su imagen”. Perque el Madrigal som la gent del Vila-real, les nostres veus, les nostres passions, les nostres emocions i el nostre comportament. No és sols un recinte esportiu. Tots els groguets som el Madrigal.

Por eso nos dirigimos al Comité de Competición, porque hoy son ustedes los que deciden si le dan a ese impresentable que provocó el incidente el premio de que pueda ver manchado nuestro club, nuestra afición y nuestra ciudad. H