Desde la llegada de Marcelino al Villarreal, el equipo no ha encadenado nunca más de dos derrotas de manera consecutivas, siempre con capacidad de reacción en los momentos de necesidad. Para continuar con esta buena trayectoria, después de caer en el Bernabéu y en el Madrigal frente al Celta, los amarillos no tendrán que salir derrotados de Cornellà.

Si analizamos estos dos últimos partidos, el juego ha estado por encima del resultado, y no solo en la derrota ante Celta. Las bajas, que empiezan a remitir, han pasado factura.

No nos podemos extrañar de esta situación, aunque lo más curioso, con la excepción de la salida a Valladolid, es que el equipo ha jugado bien, con algunas lagunas atrás y falta de contundencia en ataque, que lo han condenado.

Hoy se recuperan efectivos importantes y se va a notar de manera positiva en este Villarreal, donde los jóvenes están tomando protagonismo de manera acelerada. Tras los pasos de Trigueros y Moi Gómez llegan Nahuel Leiva y Óliver Torres. El argentino vuelve a estar en la lista y el extremeño, sobre el que hay puestas muchísimas esperanzas, debutará la siguiente jornada.

Volviendo al partido, espera el Espanyol de Aguirre, sinónimo de dificultades que esperemos pueda salvar el Villarreal.

Por último, estoy seguro que se estará haciendo un esfuerzo desde la policía para dar con el delincuente que lanzó el bote de gas en el Madrigal. Una cuestión que supera el ámbito deportivo y que por desgracia afectó al Madrigal. H