La Liga de Fútbol Profesional seguirá el ejemplo del Villarreal y propondrá a la Federación Española de Fútbol (RFEF) y al Consejo Superior de Deportes (CSD) que se dé la luz verde al cierre parcial de los estadios de Primera y Segunda como sanción añadida por brotes de xenofobia.

Esta propuesta llega tras el anuncio del Villarreal, al término de la pasada Liga, de clausurar por voluntad propia la zona del Madrigal desde donde se lanzó un plátano al barcelonista Alves --la llamada grada joven-- en el primer choque oficial que disputen los amarillos en casa, el 21 o el 28 de junio coincidiendo con la ronda play off de la Europa League.

La asamblea extraordinaria de la LFP, celebrada ayer, votó a favor de esta medida. “Creemos que en el reglamento disciplinario debería existir la posibilidad de que ante conductas racistas se puedan cerrar una parte de un estadio o una grada. Esto, hoy en día, no es posible”, explicó Javier Tebas, presidente de la LFP, que avanzó medidas adicionales para erradicar el racismo de los estadios, incluidas en el Manual contra la xenofobia y el racismo redactado por los clubs. “También incluimos la posibilidad de que el árbitro pueda parar el partido por un tiempo o llegar a suspenderlo”, agregó Tebas, que reconoció que llevar a la práctica este aspecto depende de la RFEF. H