Rostros tristes y mucha decepción entre los aficionados castellonenses que llenaron ayer bares y terrazas. Habían acudido con la intención de celebrar la victoria de España ante Chile, que hubiese permitido seguir vivos en el Mundial, pero sucedió todo lo contrario y terminaron marchándose a sus casas incrédulos con lo que habían vivido momentos antes. La Roja había quedado eliminada tras caer ante Chile. Dos partidos y dos derrotas para la vigente campeona.

Nadie lo esperaba. Todos pensaban que la derrota ante Holanda en el primer partido serviría de revulsivo, pero sucedió todo lo contrario y desde el inicio los chilenos fueron muy superiores.

Esto derivó en goles y los aficionados empezaron a bajar los brazos. Los cánticos iniciales fueron perdiendo intensidad y los rostros de confianza en el equipo pasaron a decepción. Algunos incluso se marcharon con el paso de los minutos y no aguantaron al pitido final, pensando que estaban viviendo la peor de las pesadillas con la inesperada eliminación de España. H