No es solo lo que dijo (“nos ha faltado hambre, la cuota de éxito estaba agotada”) ni cuándo ni dónde lo dijo (en Maracaná, minutos después del maracanazo), sino quién lo dijo: Xabi Alonso. En esa autocrítica y solitaria denuncia del jugador del Real Madrid quedó retratada la descomposición de España, larvada, sobre todo, desde la batalla de los clásicos, con Mourinho como guía de ese desencuentro entre los futbolistas del Barcelona, la esencia de la selección española, y los del Real Madrid. Se ha perdido la estrella de mala manera, con un sonrojante 7-1, sin ni siquiera competir en el Mundial, y se ha roto España.

Xabi Alonso, a quien Vicente del Bosque sustituyó en el descanso ante Chile (falló una buena ocasión ante Claudio Bravo, perdió el balón del 0-1 y forzó la falta previa al 0-2), fue el único que eligió la vía de la autocrítica más dura. La más real, tal vez. Pero, al mismo tiempo, la más inoportuna, según consideran la mayoría de los jugadores. “Quizá esa es su opinión. Para mí, ese no es el problema”, le replicó de manera inmediata Iniesta. Y hasta un recién llegado como Diego Costa discrepó: “Aquí todos queríamos ganar, yo no lo veo así”.

ARBELOA SÍ LE APOYA // No solo les ha molestado, sino que consideran los jugadores que aumenta aún más la tensión tras el desastre del pasado miércoles en Maracaná, justo ahora cuando queda el inútil partido de Australia, el lunes en la sede de Curitiba, con Del Bosque dudando seriamente sobre su futuro y las vacas sagradas de España (Iker Casillas y Xavi Hernández) enfilando de mala manera la puerta de salida de la selección. Solo y aislado ha estado Xabi Alonso en esta cita de Brasil, casi como en la Eurocopa del 2012 en Polonia y Ucrania, aunque entonces tenía a Álvaro Arbeloa, su compañero de club en el Madrid. Ahora también lo tiene, aunque sea a través de los mensajes de Twitter.