Aunque ni el Atlético de Madrid ni el Oporto han hecho aún oficial la cesión de Óliver Torres al club portugués, todo apunta a que el Villarreal se ha quedado sin uno de sus objetivos para la próxima temporada y que el centrocampista colchonero no tendrá una segunda etapa en la entidad amarilla tras el último medio año en el que el internacional sub-21 --aunque solo de 19 años-- ayudó a alcanzar el objetivo europeo del Submarino. Pero el club que preside Fernando Roig tiene un plan B para este contratiempo.

Nahuel Leiva es para el Villareal, a sus poco más de 17 años y medio, algo así como el Óliver del Atlético, un futbolista en el que hay depositadas muchas esperanzas, un proyecto de crack que, como Oli, ha ido quemando etapas adelantándose a la lógica que marca su edad. Si el extremeño viste la camiseta de la Roja sub-21 --el que fuera su técnico allí y ahora del Oporto, Lopetegui, ha sido el encargado del cambio de planes inesperado-- con solo 19 añitos, Nahuel ha dado el salto a la selección española sub-19 con apenas 17, la edad en la que debutó en Primera División la pasada temporada en el último encuentro de la primera vuelta; también es la misma con la que Óliver Torres se estrenó a las órdenes de Simeone en el primer equipo del Atlético.

LA PROYECCIÓN // El Villarreal vigila y planifica cada pequeño paso de su prometedor jugador --su polivalencia no permite discernir, todavía, si estamos ante un centrocampista o un delantero-- y no quiere que toda esta sucesión de acontecimientos que ha vivido Nahuel en los últimos meses --además de su estreno en Primera, su nacionalización y la llamada de la federación española para sus inferiores-- pueda subírsele a la cabeza a un chaval al que ha guardado como oro en paño en la Ciudad Deportiva desde su llegada al club, con solo 13 años. Pero Nahuel parece tener la cabeza muy bien amueblada.

“Para cualquier chaval de 17 años el peligro es que el éxito se le pueda subir a la cabeza, pero Nahuel ha demostrado que es un chico muy maduro para su edad”, apunta Paco López, el nuevo entrenador de un Villarreal B del que Nahuel será miembro la próxima campaña, aunque solo circunstancialmente. De facto, el hispano-argentino será uno más de la primera plantilla. Entrenará todos los días a las órdenes de Marcelino García Toral y solo bajará al filial cuando el técnico del Submarino decida no incluirle en las convocatorias, con la idea clara de que lo que necesita un proyecto de crack como Nahuel es mantenerse activo y tener minutos, ya sea en Primera o en Segunda División B.

DORSAL DEL FILIAL // Solo el dorsal, por encima del 25 --llevó el 44 la pasada Liga--, denotará que el chaval seguirá teniendo ficha del B, a pesar de su última renovación con la entidad amarilla. En todo lo demás, Nahuel, que alcanzará la mayoría de edad en octubre, será uno más en el Villarreal del regreso a Europa, en una temporada que puede ser la de su eclosión definitiva tras dejar, en sus apariciones del pasado ejercicio, notas de calidad que tuvieron su máxima expresión en la victoria en Cornellà-El Prat, que se abrió gracias a una genial asistencia de la joya del Villarreal a otro de los nombres propios de la cantera amarilla en las últimas campañas, Moi Gómez.

“No se puede esconder que Nahuel es un jugador diferencial en el que el club tiene depositadas muchas esperanzas. Pero hay que intentar que todo este proceso lo lleve con naturalidad. Y para eso estamos, para cuidarle, pero también para exigirle”, dice Paco López, el hombre que tendrá bajo su mando a Nahuel Matías Leiva en el filial, aunque el jugador hará todo lo posible para que el técnico del B le vea lo menos posible. Sería una buena señal. La mejor. Significaría que la Primera División y la competición continental no le vienen grande a otro rosarino tras los pasos de los Messi, Di Maria, Musacchio... H