Andy Murray, vigente campeón de Wimbledon, cerró el paso a Roberto Bautista (23º del mundo), que perdió tras una hora y 35 minutos: 6-2, 6-3 y 6-2. Al castellonense, que a sus 26 años trataba de alcanzar sus primeros octavos de final en Londres, le resultó inaccesible el escocés, crecido en la pista central ante un público entusiasmado por ver a un británico defender la corona por primera vez en 78 años.

Murray y Bautista conocen su juego tras haber entrenado juntos este año antes del Masters 1000 de Madrid, donde Rober alcanzó las semifinales para colarse en el grupo de los 30 mejores del mundo. Quizás por esa familiaridad, el número cuatro del ránking no salió atacando a cualquier precio, más pendiente de explotar las flaquezas del rival que de aturdirle con bolas ganadoras.

Murray saltó relajado al césped de la central, un escenario en el que ha ganado el oro de los Juegos Olímpicos de Londres 2012 y su primer Wimbledon en 2013, pista que Bautista contemplaba por primera vez. Con todo, abrió el partido con energía, llevándose el primer juego en blanco y preocupando a los espectadores con un 0-30 al resto en el segundo.

Desperezado, Murray asestó entonces su primer ace y a Bautista le entraron las dudas. Desde entonces, no pudo poner en demasiados aprietos al tenista local, aunque Rober pone fin a la temporada de hierba con el primer título de su carrera (‘s-Hertogenbosch) y ya rozando el top-20. H