Francia sufrió demasiado para batir a una dura Nigeria y superar el muro que supuso su portero Enyeama, pero aprovechó sus dos errores para anotar y avanzar a los cuartos de final. El 2-0 fue mucho premio para una selección francesa dominada durante buena parte del partido y un duro castigo para Nigeria, que no supo resolver la eliminatoria cuando la tuvo a mano.

Como boxeadores, Francia y Nigeria dedicaron los primeros minutos a estudiarse, pero en ese ejercicio fueron mucho más aplicados los africanos, que identificaron mejor y más rápido los flancos más débiles de los galos.

Tras esos primeros escarceos del choque, Nigeria se adueñó del partido, se soltó y puso en constantes aprietos a una defensa francesa que lucía perdida ante la habilidad de Odemwingie.

Francia no reaccionaba. Intentaba alguna contra, pero chocaba una y otra vez con una defensa nigeriana a veces errática, pero siempre firme y por momentos ruda, pero con toque para salir jugando. El dominio de las Águilas pareció tener premio en el minuto 18, cuando Emenike llegó a batir al portero Lloris. El gol fue anulado por posición adelantada y fue solo un susto para Francia, pero dejó claro quien mandaba hasta ese momento.

Los galos ensayaron alguna reacción, pero sin éxito. En su mejor oportunidad, un fuerte remate de Pogba se encontró con Enyeama, un portero que fue una verdadera pesadilla.

En la segunda parte, Nigeria se cuidó más. Mantuvo la posesión del balón, pero la bajó algunas revoluciones a su fútbol. Tocó con más cuidado, pero perdió velocidad y con ello sorpresa. Y fue así como Francia comenzó a creer, con opciones para Benzema y un larguero de Cabaye. En el minuto 79, Pogba adelantaba a los galos, que sentenciaron en el 90. H