Granada bien vale una victoria. La que debe buscar hoy el Villarreal ante el equipo más africano de la liga. Joaquín Caparrós dirige un grupo de jugadores muy diferentes entre ellos, pero con un objetivo común, que su presencia en el club nazarí sea momentánea.

Que sirva su aportación para dar el paso hacia otros clubs más importantes entrar en diferentes operaciones futbolísticas-financieras. Para algunos, el nuevo fútbol.

Esta temporada sin ir más lejos la mitad de la plantilla ha cambiado respecto a la pasada. Situación que sirve para sacar provecho de un club cuyo propietario está en Italia con su otro club, manteniendo aquí a un gestor: Enrique Pina, en su momento muy criticado y en estos momentos tras mantener tres temporadas al equipo en primera, un dirigente de éxito. Como se diría en el argot taurino, la empresa es propietaria de los toreros, los toros y la plaza.

Nada que ver con el Villarreal y otros clubes que continúan fieles a unos idearios más románticos. El Granada entre jugadores españoles, africanos muchos de ellos con pasaporte francés, colombianos y alguna que otra nacionalidad más, Joaquín Caparrós en las dos primeras jornadas de liga no ha ocultados sus ideales futbolísticos no conoce la derrota contra dos rivales de su liga Deportivo y Elche.

Intensidad, seguridad defensiva y contragolpe, poco novedoso aunque sí efectivo en la larga trayectoria del técnico sevillano, aunque no lo pudo materializar con éxito en su etapa en el club del Madrigal. El Nuevo Los Cármenes no es propicio para el Villarreal CF, el año pasado jugó allí uno de sus peores partidos. H