A un diluvio le precede un largo periodo de sequía. Lo mismo pasa con las remontadas, siempre hay un momento complicado que superar. El domingo, el Villarreal anticipó la época de lluvias y que en este equipo pueden llover muchos goles. Gotita a gotita, con los dos últimos empates ante el Mönchengladbach y el Granada, el equipo dejó claro que sabe cuándo deben aparecer las nubes, buscar el centro de Cheryshev y que caiga el chaparrón con el gol de Vietto. Uche es el mejor meteorólogo. Nadie como él para medir tiempos, mirar el cielo, controlar y avisar: “Lluvia a la vista”. No le hizo falta marcar para ser uno de los mejores.

En el Madrigal, el Villarreal fue capaz de que llovieran goles. En Eibar están acostumbrados a cielos cerrados y pelear con cielo encapotado. Solo por eso el equipo del Mediterráneo debe reactivar sus fuerzas y cumplir las previsiones, las que le dan como favorito. Los Espinosa, Trigueros, Cani... tienen ganas de lluvia. Así que abran los paraguas; parece que va a llover. H