Cualquier tiempo pasado fue mejor en la ciudad de Milán. Inter y Milan, dos históricos del fútbol mundial, viven momentos difíciles, relegados a un segundo plano y con pocas perspectivas de volver a rememorar éxitos de antaño. La temporada en el Calcio ha empezado como acabó la pasada, con los equipos milaneses en crisis, después de que en la última jornada de Liga el Inter cayese en casa por un contundente 1-4 contra el Cagliari y el Milan no pasase del empate con el Cesena (1-1). Unas heridas que se hacen más profundas después de las victorias de Juventus (Morata se estrenó como goleador) y Roma, que ya se encuentran a siete puntos con tan solo cinco jornadas disputadas.

El equipo del veterano técnico eslovaco Zdenek Zeman infligió un duro castigo al Inter de Walter Mazzarri, que pareció desorientado desde el primer momento.

En el minuto 10, el delantero Marco Sau adelantó a su equipo en el marcador y, pese a que el Inter empató ocho minutos después, por medio del ítalo-argentino Pablo Osvaldo, la segunda tarjeta amarilla que vio el japonés Nagatomo (min. 27) fue decisiva.

Después, llegó el ciclón sueco Albin Ekdal, que con dos goles en el minuto 29 y 34 colocaba el 1-3 en el marcador. Incluso, el portero interista Handanovic salvó a su equipo de una mayor goleada al parar un penalti a Cossu, pero solo un minuto después el delantero sueco volvía a castigar y marcaba el definitivo 1-4.

Con Fernando Torres como única punta, el Milan sufrió para empatar contra el modesto Cesena, que marcó en el minuto 10, por medio de Succi, debido a una indecisión del portero rossonero Christian Abbiati. En el 19, el exvalencianista Rami empató tras un córner lanzado por Honda. H