La Federación de Fútbol de la Comunidad Valenciana (FFCV) ha convocado una asamblea extraordinaria para el 27 de febrero con el fin de tratar la posibilidad de convocar una huelga en las competiciones de aficionados y base que organiza (tanto en fútbol como en fútbol base), en un principio para el 7 y 8 de marzo.

La decisión, que ya han tomado otras muchas federaciones autonómicas, se tomaría como medida de protesta contra las actuaciones, en el ámbito fiscal y de la Seguridad Social, que el Gobierno está aplicando a los clubs.

El año pasado, el Ejecutivo aprobó una nueva normativa en materia de fiscalidad que, entre otras medidas, exige que los monitores y entrenadores deportivos tributen a Hacienda, así como una ley de transparencia para cualquier entidad que reciba dinero del Estado. Si la FFCV optara por sumarse a la creciente oleada de protesta, quedarían pendientes alrededor de 2.500 encuentros, que vincularían a unos 5.000 equipos. La cifra de personas afectadas podría multiplicarse por más de 10.

La federación responde a la medida adoptada por el Gobierno con la propuesta de un régimen especial para el mundo del deporte que muestre “sensibilidad” en ámbitos como la regulación de la Seguridad Social, la licencia única, la ley de transparencia fiscal y la que regula el impuesto de sociedades y de modificación del IVA. También propone una ley de mecenazgo adecuada para la financiación del deporte y otras medidas que ya se están aplicando en otros países europeos, así como la restauración o el mantenimiento de ayudas (como el 1% procedente de las quinielas).

Dada la importancia de la asamblea, la FFCV convocará, antes de la asamblea del próximo día 27, media docena de reuniones informativas por toda la geografía de la comunidad, con el fin de aclarar cualquier duda a clubs, colectivos de entrenadores y estamentos involucrados. H