El juicio del Bernabéu no trajo el definitivo indulto para el Madrid, que escuchó los pitos del público antes de vencer al Deportivo (2-0) sin brillo. El equipo de Ancelotti sigue arrastrando los problemas que le han llevado a dar un paso atrás en su juego. Sufrió ante el Deportivo, que mereció más. Marcó Isco, pero el equipo de Ancelotti tuvo que esperar al minuto 72 para cerrar el choque con el tanto de Benzema. Antes de eso, Lucas Silva pudo debutar por fin con el Madrid.

Una semana después de la debacle del Calderón, el Madrid buscó el indulto del Bernabeú con una entrega más efectiva que brillante que no dejó del todo satisfecho al público del Bernabéu. La afición no pasó por alto el esperpento ante el Atlético, con ese sonrojante 4-0, y mostró su desagrado con unos más que con otros. No se libró Casillas, al que silbaron cada vez que tocaba el balón recordando el principio de temporada. Al capitán blanco no le perdonan el primer gol que encajó en el Calderón. Eso sí, cuando salvó el gol en un remate de Cuenca a los cinco minutos fueron pocos los que aplaudieron.

También Ancelotti se llevó lo suyo cuando se escuchó su nombre por la megafonía. Mejor suerte corrió Cristiano, al que incluso le jalearon los fallos. Más aplausos escuchó el jugador portugués cuando disparó al larguero (m. 12) cuando el Madrid comenzaba a desperezarse tras entrar algo aturdido en el partido.

UN BALE MÁS SOLIDARIO

Ajeno a ello pareció Bale, que se desvió de su particular ruta para entrar de lleno en una labor mucha más solidaria de lo habitual. A eso unió un potente disparo que se estrelló en el larguero (m. 18). Poco después, el jugador galés abría la jugada del primer gol en una arrancada por la izquierda a la que siguió un remate fallido de Cristiano y un centro atrás de Arbeloa que aprovechó Isco para marcar con una precisa rosca (m. 22).

El tanto llevó una cierta tranquilidad al Madrid porque el equipo de Ancelotti sigue sin hacer fútbol, sin tener el balón y sin esa pegada que le saca de los malos momentos. Da la impresión de que arrastra los efectos del tsunami que provocó el Atlético. Esas dudas no se disiparon, sino que con el paso de los minutos comenzaron a hacerse más patentes. Todo eso lo aprovechó el Deportivo para venirse arriba y terminar de creer en sus posibilidades. Lo dejó muy claro el equipo de Víctor Fernández nada más arrancar la segunda mitad con un disparo de Borges al palo tras un error de la defensa (m. 49). Inmediatamente después, Iker salvó el empate con una gran intervención tras un cabezazo de Riera.

NERVIOS Y PITOS

Los nervios comenzaron a aflorar y se oyeron silbidos para mostrar el desacuerdo con el juego del equipo y con la falta de ideas para cerrar un partido que comenzaba a amenazar ruina. La solución que encontró Ancelotti fue hacer debutar a Lucas Silva, el mediocentro brasileño que llegó en el mercado de invierno.

Cuando apenas llevaba un minuto en el campo el Madrid cerró el encuentro en una acción de Arbeloa que terminó en un toque de Cristiano para Benzema, que tocó el balón con la izquierda para alojarlo en el fondo de la portería (m. 72). Solo entonces respiró el Madrid y se rebajó la ansiedad en la grada.