Cuatro meses después de los incidentes, Gerard Piqué ha pedido disculpas por las expresiones "desafortunadas" que dedicó a los agentes de la Guardia Urbana de Barcelona que el pasado 13 de octubre multaron a su hermano en una zona de ocio del Port Olímpic. El juicio rápido por estos hechos ha quedado visto para sentencia este jueves en el Juzgado de Instrucción número 5. La fiscalía y la acusación particular, ejercida por el cuerpo de seguridad, acusan al azulgrana de una falta de respeto a la autoridad y piden que pague una multa de 900 y 10.500 euros, respectivamente.

Al tratarse de un caso de faltas, el defensa del Barça no ha acudido al juzgado pero a través de su abogado ha entregado una carta en la que admite que utilizó expresiones "desafortunadas", por las que se disculpa, y que se equivocó. También se compromete a intentar que no se vuelva a repetir, aunque subraya que no reconoce todas las expresiones que se le atribuyen en el atestado.

El incidente se produjo el domingo 13 de octubre, a las 2.30 horas de la madrugada frente a la discoteca Catwalk. El central, que había jugado horas antes en Luxemburgo con la selección española, se encontraba con su hermano Marc cuando dos agentes le llamaron la atención por "llevar 15 minutos parado en el carril bus de la calle de Trias Fargas, entorpeciendo la circulación de los taxis de esa zona", según recoge la denuncia.

RETAHÍLA DE INSULTOS

Cuando los agentes se disponían a poner una multa de tráfico a su hermano, que era quien conducía, Piqué reaccionó con expresiones como "la Guardia Urbana es una vergüenza", "me tenéis envidia porque soy famoso", "me estáis multando porque no tenéis dinero y os tenéis que llevar comisión", "esta denuncia va a quedar en nada porque llamo a tu capo y me la quita", "voy a hablar con tus jefes y se te va a caer el pelo", "sois unos chulos y os creéis los amos del mundo por llevar ese uniforme y multar a la gente", "esta multa la va a pagar tu padre", "sois una vergüenza, me da asco vuestro trabajo", según consta en el informe policial. Finalmente, el defensa le arrancó la multa de las manos a su hermano, hizo una pelota con el papel y la tiró a los pies de los agentes.

El juicio rápido ha coincidido con una anécdota que muestra la cara más cívica de Piqué. Este miércoles, el jugador no dudó en bajarse de su coche al mediodía para socorrer a una mujer, víctima de un choque entre una moto y una camioneta, en las inmediaciones de la Diagonal y la calle de Casanova, según explicó un testigo en 8tv.