A base de triples, con 13 anotados de 21 intentos (un 62% de acierto), a uno solo del récord en el torneo, despejó el Barcelona el camino hacia las semifinales de la Copa. Fue un recorrido tortuoso y empinado el que tuvo que superar el equipo azulgrana frente al Valencia, en lo que se intuía como un explosivo debut del torneo, que no defraudó en absoluto.

La ambición de unos y otros llevó el partido a un final agónico, a un desenlace en el que cada posesión cobró un valor capital y primó el pulso firme de los protagonistas. Emergió superviviente el Barça, que llevó la iniciativa y siempre encontró la respuesta adecuada a los problemas que le planteó el Valencia Basket, para repetir el mismo resultado que se vivió ya hace un año.

Cada vez que los valencianos dieron un paso adelante y amenazaron con cambiar el guión, aparecieron Oleson, Abrines o Hezonja con sus triples (10 de 13 entre los tres) para bajar la temperatura del equipo de Carles Duran, aunque el del Barça ayer, por encima de todo, fue un triunfo del colectivo, en el que tuvieron un peso determinante la efectividad de Ante Tomic y Doellman, que sostuvieron las constantes vitales del equipo catalán.

DESGASTAR AL RIVAL // No le fue fácil al Barça hacerse con el control en un partido muy táctico y de un enorme despliegue físico. El desgaste fue el primer objetivo de Pascual y Duran, y los dos primeros cuartos se convirtieron en una incesante rueda de cambios. Era igual de importante anotar como no conceder ni un solo respiro al rival y el Barça cerró con ventaja la primera mitad (44-38).

Empezó también con fuerza el Barça el segundo tiempo con tres triples casi consecutivos. Pero a los culés les faltó un punto de intensidad defensiva para limitar la anotación del Valencia.

Por mucho que el Barça entró en los últimos dos minutos con una ventaja clara (80-72) no pudo escapar a los nervios frente a un rival que falló dos triples que pudieron haber subvertido el marcador en un partido en el que el Valencia no bajó los brazos. H