El Castellón se dejó la condición de invicto de la Era Calderé -y lo que es peor, el liderato- en el campo del Acero (2-0), ese El Fornás históricamente tan adverso. Un traspié que se veía venir, después de una victoria en las cinco últimas jornadas que, sin embargo, le mantenía al frente de la clasificación. Ahora, le rebasa el Atlético Levante (dos puntos por encima), aqunue, nuevamente, el resto de marcadores le echaron una mano a la hora de que la herida no fuera más sangrante.

Calderé sorprendió otra vez en el once con la presencia de Pablo Suárez en el doble pivote y perdonando a Omar, después de lo duro que fue con él tras el encuentro ante el Benigànim. Además, el tarraconense dejó en el banquillo a Rubén Suárez y Negredo, tratando de romper los esquema a un entrenador y un rival que conocen a la perfección a los albinegros, a los que ya vencieron en Castalia. La primera derrota de la temporada fue ante al Acero y la primera de Calderé, en Liga, ha sido contra el mismo adversario.

Sin tiempo, siquiera, para que los dos conjuntos se asentaran sobre el césped, Serra empalmó un rechace para abrir el marcador. El partido todavía no había consumido su quinto minuto.

El Castellón se encontraba con la peor de las tesituras imaginables y en un momento de la temporada en el que escasean las ideas. En todos los conceptos, sean defensivos u ofensivos. Porque si durante las últimas semanas le había aguantado el primero (no había recibido un solo gol en las tres jornadas más recientes), ayer ni eso. Por no hablar de la resolución en la portería de enfrente, con una producción de apenas seis tantos en los ocho compromisos ligueros del 2015.

A REMAR // El Acero vivió muy cómodo durante la mayor parte del encuentro. Poco a poco, los albinegros empezaron a vivir en el campo contrario, pero más allá de un remate de Yagüe en el minuto 33, muy poca cosa más.

La tónica de la tarde no varió ni un ápice, aunque Calderé, como es habitual en él, se dio prisa con los cambios. Pobló el ataque de efectivos, pero se encontró, mediado el segundo acto, con otra gran acción de Serra, que generó el 2-0 de Rubén Fonte previo paso de la pelota por los pies de Noe.

El partido saltó en mil pedazos, pero ni por esas halló algo de consuelo con un gol que le devolviera algún resquicio de esperanzas. Ocasiones las tuvo en las botas de Víctor Pino o Yagüe, aunque las opciones más claras, para tratar de alcanzar el 3-0, estuvieron capitalizadas por el delantero burrianense al que el Castellón tanteó hace unos meses y que, incluso, reclamó un penalti, ya próximo al minuto 90.

Ahora, toca cambiar de registro, tanto a entrenador como jugadores, para que el equipo sea el de las siete victorias seguidas. H