El Villarreal encara su semana fantástica, en la que tiene la opción de mantener la pelea en tres frentes. Empieza esta tarde (19.00 horas) en Salzburgo, donde tratará de hacer valer el 2-1 obtenido en El Madrigal para avanzar otra ronda y plantarse en octavos. Después, con la visita liguera al Bernabéu intercalada, disfrutará de otra cita con la historia, nada más y nada menos que con la final de la Copa del Rey, previa remontada del 3-1 del Camp Nou ante el Barcelona.

Pero lo primero es lo primero. Nada distrae al Submarino de su compromiso en el Red Bull Arena, un estadio no muy grande pero sí majestuoso y que a diferencia de la visita de hace cinco temporadas, ha cambiado el césped artificial por uno natural que causó la admiración de los amarillos.

Pese a las bajas temperaturas del frío austríaco que todavía está lejos de retirarse, aunque la previsión es que ni van a ser tan bajas las temperaturas, ni la nieve parece invitada a un compromiso en el que, por otro lado, los locales estarán arropados por cerca de 30.000 Toros Rojos en sus gradas. Pasión en un encuentro que no tiene que envidiar a muchos de los de la Champions.

UN SUEÑO EN EL HORIZONTE // Y hacia ella quiere caminar el Villarreal, ya que esta temporada el ganador de la Europa League accede directamente al Olimpo de las competiciones, sin olvidar que hay otro camino por llegar a esa meta, que pasa por pelear la cuarta plaza liguera a Valencia y Sevilla. Dos desafíos monumentales, pero nada descabellados.

El Villarreal mostró cierta superioridad en la ida (2-1), que por desgracia no se vio traducida en un marcador más amplio. Fueron mejores sensaciones que resultado, pero teniendo en cuenta que el Submarino es muy fiel a su cita con el gol, marcar obligaría al Red Bull a jugar a tumba abierta, el terreno favorito para Cheryshev y Vietto, los jugadores que más atemorizan a los Toros Rojos.

Tanto Marcelino García como Adi Hütter hicieron bastantes rotaciones el domingo. También coinciden en las destacadas bajas en la medular (Ilsanker y Leitgeb por los locales; Bruno por los amarillos), justamente el tipo de futbolistas que más pueden hacer falta en un encuentro de estas características para dar equilibrio a dos equipos que buscan el gol y que garantizan pasárselo bien.

De ahí que Marcelino pueda apostar por las tablas de Pina y Trigueros en la medular, en detrimento del pujante Sergio Marcos, con Jonathan y Cheryshev por los costados. Vietto parece seguro y, por el tipo de partido que es, su pareja debería ser Gio sin descartar a Uche. Atrás, Asenjo para frenar al Red Bull, auxiliado por Mario, Ruiz, Musacchio y Costa.

En cualquier caso, el entrenador asturiano, que salvo las bajas forzosas (Bruno, Jokic y Adrián Marín) solo ha dejado en casa a Dorado, podrá escoger un once de plenas garantías e, incluso, tendrá que dejar a dos fuera de la lista. Llega la semana fantástica. H