Messi echó el cierre en el Calderón, que acabó rendido a la excelencia de la estrella argentina, protagonista indiscutible de un epílogo liguero que el Atlético no pudo enturbiar. El partido y el campeonato lo decidió Leo en una maniobra indescifrable para la defensa madrileña tras la que las muestras de ánimo de la parroquia local para su equipo se mezclaron y confundieron con inequívocas señales de complacencia de los aficionados locales, ya que el 41º tanto en la competición liguera de la Pulga dejaba neutralizada la posibilidad de que un triunfo madridista en Cornellà alargase hasta la última jornada el desenlace liguero. Al final, algunos gritos de “Juve, Juve” fueron acallados por el homenaje generalizado del estadio colchonero.

Dio la vuelta de honor el Barça después de habérselo tomado sin ninguna prisa en el Calderón, donde la temporada pasada no fue capaz de ganar ninguno de los tres partidos que jugó, pero que ya había colonizado en esta en el partido de vuelta de los cuartos de final de Copa. Ayer no era cuestión de acelerar antes de tiempo en busca de un título que tenía todas las trazas de caer.

ARREÓN LOCAL // Se lo tomó con tranquilidad el equipo azulgrana y también en un primer momento el Atlético (que aún no tiene asegurada la tercera plaza), no muy dispuesto en principio a que el partido se volviera loco a las primeras de cambio porque era consciente de que en ese escenario tenía mucho más que perder que ganar ante un contrario en estado de gracia. Al final, fue otra genialidad de Messi la que decidió un partido clave. H