Todo el mundo sabe que Juanito Llança, el mecánico de toda la vida de Jorge Lorenzo, tiene dos cartelitos para dirigirse, a través de la pizarra, a su pupilo. Uno es un divertido cuchillo que reposa sobre una tableta de mantequilla. El otro es un martillo demoledor, no un martillito, no, ¡un martillazo! Con el primero le dice “venga, Jorge, empecemos a pilotar suave, pegaditos al asfalto, acariciando las ruedas, balanceándonos de un lado a otro, casi bailando”. Pero cuando Juanito saca el martillo es “¡no quiero dudas, Jorge, a martillazos! ¡hay que clavar los cronos! ¡Uno tras otro!”.

Le Mans no es un circuito fácil. Dani Pedrosa dijo el jueves que “Le Mans es una carretera sinuosa de tercer orden y Sepang, Malasia, una autopista de cinco carriles”. Así que ya se pueden imaginar de qué trazado hablamos. Así que Jorge tuvo poco cuchillo y menos mantequilla que aplicar a la carrera de ayer en el mítico trazado de las 24 Horas. Sabía que tenía ritmo. “El tío me ha estropeado una impecable hoja de tiempos: 27 vueltas a 1.33, ¡tremendo! Y va y hace la última en 1.34, para ensuciarme la hoja”, bromeaba su técnico, Ramón Forcada. “En el último giro me he dado el gusto, como en Jerez, de levantar un poco la mano izquierda para saludar al público y ¡claro!, ha caído el 1.34”, se justificó un pletórico Lorenzo tras ganar la carrera.

CARRERA PERFECTA // Y es que no hubo carrera. Salió Lorenzo (Yamaha) disparado. Superó a Marc Márquez (Honda) bajo el semáforo y se la jugó, en la entrada de la primera curva ¡por fuera!, a Andrea Dovizioso. Y apareció, entonces sí, el martillo de Llança. Y aquello fue un sin parar. “Cuando Jorge coge su martillo y nos machaca, no hay nada que hacer. Lo he intentado, pero ha sido imposible”, relató Valentino Rossi (Yamaha), quien, tras superar a Márquez y a las dos Ducati de Dovi y Iannone, tuvo que conformarse con la segunda plaza.

“Tengo una gran moto, que aún tenemos que mejorar, pero que ahora es perfecta. Soy feliz y piloto bien, a gusto, muy fino, no puedo pedir más”, relató Lorenzo tras clavar todas las vueltas a la velocidad del rayo. ¿Dónde nota la mejoría Lorenzo? “Ahora freno casi como Marc, entró en la curva veloz y salgo disparado. Mi paso por curva ya es ganador”, responde. Y sí, lleva dos triunfos con una mano, lo que le hace ser segundo del Mundial, a 15 puntos del Doctor, que sabe que, haciendo segundos, no le llegará para sumar el décimo título mundial.

EL SHOW MÁRQUEZ // ¿Y detrás qué ocurrió? Pues pasó que la Honda es en estos momentos ingobernable. Se mueve por todas partes. Tanto, que todos sus pilotos, menos Márquez, se fueron al suelo. “Fue una carrera muy dura psicológicamente para mí”, reconoció el bicampeón de MotoGP. “Al final, cuando la moto era más pilotable, decidí divertirme con Smith y Iannone hasta acabar cuarto”, dijo Marc. Esa diversión llegó a ser muy atrevida y peligrosa. Márquez y Andrea se pasaron hasta 15 veces en dos vueltas. H